Las Palmas y Celta se miden sin experimentos
Ambos equipos olvidan la Copa y se centran en Liga
Elcampeonato siempre da otra oportunidad para resarcirse de los errores y curar las heridas producidas por las derrotas. Después de dos varapalos, en Liga y Copa, Las Palmas recibe a todo un Celta. La moral, dice Setién, está alta a pesar de haber caído ante un rival directo -Levante- y ver cómo se esfumaba el sueño de alcanzar la semifinal ante el Valencia. Al contrario que su rival, el Celta de Berizzo, un equipo que ha puesto en jaque a los grandes gracias a su fútbol práctico y estético. Así es como se ha colado entre los cuatro mejores para expandir el optimismo de una temporada casi perfecta. Tanto ha pensado en superar el torneo del KO que bajó la guardia y el Rayo le endosó una goleada. Por eso, esta vez, Berizzo mira al Sevilla, pero también a Las Palmas, y hará rotaciones, pero no el escopetazo que se dio en el pie.
Mucho ha llovido desde el empate en Balaídos. El giro ha sido de 360 grados. Sí, 360. Ahora, se pretende mimar el balón hasta las últimas consecuencias, y el patadón está prohibido. El resultado ha sido aumentar la sensación de dominio, pero no se ha traducido en goles ni en resultados favorables. Los amarillos han vuelto al descenso. Empieza a asumirse como algo normal. Lo mejor, el mayor protagonismo de Valerón, si Setién quiere, vivirá este partido como un nuevo derbi personal.
En el otro lado está su rival: el flamante conjunto vigués, que ocupa puestos de privilegio entre los grandes. Y no es de extrañar: en su equipo hay jugadores de altos vuelos como Iago Aspas, que tomará la bandera para guiar a su equipo, pues Nolito no viajó. El resto, algunos menos habituales que otros, pero igual de temibles.