Cristiano y sus ansias de ganar

Lo que el Real Madrid echará de menos cuando Ronaldo se vaya no serán solamente los goles (aunque el Madrid debe atacar por obligación histórica y contará siempre con alguno de los mejores delanteros del mundo), sino más bien su competitividad. Su ansia. El nivel de exigencia que se pide y que pide al resto. Aunque les moleste. Hay un listón del que no se baja. Ayer volvió a salir al campo un Cristiano que apenas participó del juego, que desapareció cuando tocaba defender (y eso es un grave problema en la estructura del equipo porque el lateral se siente vendido a menudo), pero que contagia las ganas de ganar y que además tuvo sus ocasiones. Todavía no ha recuperado la efectividad extraterrestre de otros años (le llegará), pero físicamente ya es capaz de aguantar un partido aunque no tenga la quinta marcha, ni al arrancar ni en distancias largas (quizá ya no vuelva).

Pero es suficiente para ir a Alemania y dejar huella una vez más.

Zidane quiso reforzar el centro del campo cambiando el dibujo: se sale de una manera, pero en partidos exigentes se acaba de otra porque el equipo se partirá mientras Cristiano juegue en banda y sea el ariete que no quiere ser ariete pero hace de ariete. De todas maneras, qué más da, eso no puede considerarse un problema, sigue explicando Zidane, que deja que su equipo se presente a los partidos con los guantes de boxeador, dispuesto a noquear al rival, el estilo que Cristiano necesita para su gol, para exigir, para sus ocasiones.