El Leganés mereció ganar pero Herrerín fue la estrella
El portero debutante frenó al Villarreal con dos paradas
Leganés y Villarreal empataron a cero en el partido que servía de postre al clásico. Quizá por el empacho de emociones que regaló el duelo de Barcelona, ambos equipos protagonizaron una noche de espectáculo desnatado. Para el Lega el resultado fue más de sacarina: endulzó su paladar, pero no engordó como debiera su bagaje de puntos.
En todo caso, los blanquiazules salieron satisfechos después de detener la hemorragia de goles en contra en sus dos últimos encuentros. Y en eso tuvo mucho que ver un solvente y debutante Herrerín que intervino con acierto en las pocas (y peligrosas) veces que le tiraron a puerta. Parte del mérito también fue de su nuevo jefe.
A Garitano le llaman muchas cosas. Entrenador. Líder pepinero. Héroe del ascenso. Desde ayer, tiene nuevo apodo: McGyver. Sin navaja, ni chicles, pero con pizarra y talento, el de Bergara sacó, con los pocos retales que le quedan tras la oleada de lesiones, un once revolucionario que sometió al Villarreal al inicio del duelo. Salió con un 5-2-3 en el que Timor ejerció de central y Gabriel, de mediocentro. Resultado: cortocircuito en el Villarreal.
El Submarino Amarillo apenas salió a flote. La bola era madrileña. Las ocasiones, también. La mayoría llegaron en balones parados. Mantovani, Omar y Luciano rozaron el
Cambio táctico Garitano planteó un 5-3-2 y desactivó al Villarreal
1-0. Pero al Lega le falta pólvora. Ante el Villarreal siguió la maldición. El conjunto de Escribá sólo probó a Herrerín en la segunda parte con un zapatazo lejano de Castillejo y un disparo duro de Dos Santos en las postrimerías. Llevaban veneno. Herrerín lo disolvió con paradones.
Guerrero y Unai López tuvieron la victoria en los últimos compases del partido, tramo en el que precisamente Castillejo se marchó lesionado entre sollozos. El Lega suma dos partidos consecutivos como local en Liga sin perder y el Villarreal, tres seguidos sin ganar.