Doncic deja huella: 23 puntos y 11 asistencias
Hacía más de diez años que ningún jugador firmaba esos números
Había zozobrado el jueves en Estambul, en una batalla de la máxima exigencia, pero Luka Doncic sabe que aún está aprendiendo. Y sabe también cómo levantarse. Ante el Montakit Fuenlabrada firmó varios récords de precocidad. Tiene 17 años.
Recordarán la fuerte bronca de Laso a Doncic hace casi un año en Moscú: “Marca una pu… jugada para que tengamos orden, una”. Aún no había cumplido los 17 años y su entrenador ya le exigía como al primero de la fila. Rapapolvo, pero lo mantuvo en pista. Once meses después hemos olvidado cuántas jugadas marcó el chaval, pero no que se lanzó tres triples uno detrás de otro. Tres seguidos cuando la mayoría se hubiera agarrado a las faldas de sus compañeros. Paso el balón y me ahorro líos. Él, no: tres triples seguidos. Los metió, por cierto. Talento y control, personalidad.
Ayer afrontaba el derbi madrileño tras un mal partido en Estambul, donde se atascó ante la presión de los de Obradovic. Son 201 centímetros de base y eso no siempre resulta fácil. Le buscaron las vueltas y dudó, ralentizó así todo el ataque. Seguro que antes de que acabara el duelo ya había procesado el error. Frente al Montakit Fuenlabrada, la ausencia de Draper y unas molestias de Llull le dejaron en pista 34:16, los tres últimos cuartos completos. Y esta vez no dio opción a la emboscada de un alero como O’Leary o de bases como Hakanson y Rupnik. Fue a por ellos, no esperó. Los atacó: penetró y tiró, corrió y machacó, enseñó la puerta atrás y saltó incluso de cabeza a la grada. Y, por supuesto, repartió juego, incluyan ahí una brillante colección de alley-oops.
Terminó con 23 puntos y 11 asistencias para 34 de valoración. Récord personal en cada apartado y el primer dobledoble de un menor de edad en la Liga desde que hay registros. Ni Ricky Rubio lo había logrado. Dirán que el Fuenla no es el Fenerbahçe, cierto, y que tampoco la ACB ha sido pródiga en talentos tan precoces. Pues olviden entonces su edad. Hacía 10 años y 7 meses que nadie agrupaba 23 tantos y 11 pases en una jornada. El último fue Sergio Rodríguez. Y antes pocos más: Perasovic, Iniesta (sí, Javi Pérez Iniesta), Mike Philips, Petrovic… Levantarse. Doncic acaba de echar a andar, mil cosas por mejorar, todo por pulir. Tropezará de nuevo, pero ya sabe levantarse. Protagonista absoluto de un derbi sin carga explosiva, desactivada por el Madrid de inicio (7-0). Defensa y seriedad, la de Ayón, Reyes y Maciulis. La de Rudy, también esta vez de base. La misma receta de Llull ante el Manresa: pocos minutos, máxima aportación. Lo mejor del Fuenla fue su rebote de ataque (13), Xavi Rey y que nunca entregó la cuchara. Doncic lo agradeció.