AS (Las Palmas)

Costa y Vitolo son pichichis

El hispano-brasileño y el canario llevan cuatro goles cada uno España goleó a Israel jugando al trote Los seis advertidos no fueron amonestado­s

- JOAQUÍN MAROTO

Trece minutos tardó en caer el muro de Israel. Hasta que llegó el gol de Silva. Fue justo después de un zurdazo de Thiago que salió limpio, rotundo como una mañana de primavera, y que se estrelló en el larguero. Luego Jordi Alba encontró a Silva, que acertó con otro zurdazo, raso y contundent­e. Después marcó Vitolo. España se fue al descanso con un 2-0 a favor. Los goles, y un paradón de De Gea, fueron lo mejor de un primer tiempo de juego frío, quirúrgico. Tres puntos más camino del Mundial de Rusia, que probableme­nte no se decidirá hasta el partido contra Italia del 2 de septiembre.

Lo que deja el quinto partido oficial de Lopetegui (séptimo si contamos los otros dos amistosos) es una alineación-tipo. No es poco. Otros selecciona­dores antes que Julen no dieron con ella en toda una vida. España tiene un once base, el de anoche. Es el mismo con el que La Roja jugó en Turín en octubre. La única variación fue la entrada de Thiago por Koke. Con Thiago se ve la versión más ofensiva y con Koke la más prudente.

Estará muy caro entrar en el equipo. Si acaso el único hueco que se vislumbra es para un delantero centro. Diego Costa, que es un ariete galáctico, no termina de encajar plenamente en este equipo. No por culpa de él ni de España. Por culpa de los rivales. Contra La Roja todos se cierran. Se reducen los espacios, y en ese hábitat se diluyen las mejores condicione­s de Diego Costa, un pegador. Por eso su gol, el tercero, cayó a balón parado. Con un remate de cabeza en la 'zona camero'. El del Chelsea remató bien, de cabeza, el córner que botó Thiago. Pero tal y como juega la Selección parece más razonable meter un 'nueve' como Iago Aspas, un jugón. Claro que también habrá quien recuerde que, en este momento, Diego Costa ya es, con cuatro goles y junto a Vitolo, el máximo goleador de España en la fase de clasificac­ión.

Según fueron pasando los minutos, el único interés del partido, era ver si los seis titulares apercibido­s (Sergio Ramos, Piqué, Busquets, Thiago, Vitolo y Diego Costa) forzarían o no la amarilla. Una tarjeta más para saltarse el partido del 11 de junio ante Macedonia y esperar limpios el de Italia. Al final, Lopetegui optó por dar la orden de no forzar cartulinas.

Con el partido ya convertido en 'un día más en la oficina', la grada se dedicó a hacer la ola. Estos partidos de clasificac­ión en Europa tienen mucho que envidiar a la liguilla sudamerica­na. Los contrastes entre un España-Israel o un Italia-Albania son mayores al día siguiente de presenciar un Argentina-Chile o un Uruguay-Brasil. En Europa las diferencia­s son tan grandes que se gana al trote. Ni siquiera la entrada de Isco, que sustituyó a Iniesta, aclamado como un rey, animó el cotarro. Con todo decidido, Israel marcó su golito, un buen gol, e Isco el suyo. Y aquí paz y después gloria.

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