“El nuevo estadio hizo que nos respetaran más”

Usted formaba parte de aquel Atlético que jugó en el Calderón su primer partido de la Copa de Europa. Fue un 3-1 sobre el Malmoe y usted hizo el segundo gol. ¿Qué recuerda de aquello? —No soy persona de guardar muchos detalles. Recuerdo que hicimos un buen partido, se jugó bastante bien. —Pero sí que dejaría alguna marca el cambio de estadio.

—En efecto, fue el cambio cualitativo más importante. Significaba competir en las mismas condiciones que el resto de la élite, estábamos entre los grandes. A partir de ahí se comenzó a crecer. Ya cuando saltabas al césped lo notabas. El ambiente se equiparaba a los mejores de Europa, te respetaban más. No es que antes no lo hicieran, pero era diferente. —Usted venía de salir a hombros del Metropolitano. ¿Tanto le impactó? —Es así, los jugadores nos sentíamos más respetados en el Manzanares, más importantes. En el Metropolitano también éramos respetados, pero no era lo mismo. Nos revalorizaba como futbolistas. Espero que el Wanda Metropolitano haga lo mismo con los de ahora. —¿Y qué cambió en la plantilla?

—En cierto modo fue una transformación. Sentíamos más responsabilidad, si cabe. La camiseta tenía más peso que antes. La imagen del club había subido muchísimo en toda Europa. —El Calderón espera despedirse con una última gesta. ¿Lo ve posible? —No es fácil. Simeone es muy importante en todo esto y en el fútbol ya se ha demostrado que todo puede ocurrir. Es un 3-0 y no hay una varita mágica para hacerlo, pero lo más importante es que los jugadores entren con la convicción de que puede conseguirse.