“Hasta la última gota de sangre”, les pidió la afición
Espectacular recibimiento para la plantilla en su hotel
Unos 700 aficionados del Atlético esperaron la llegada del equipo rojiblanco a su lugar habitual de concentración. La hinchada rojiblanca quiso dar así el último ánimo al conjunto del Cholo antes del choque frente al Real Madrid. “Hasta la última gota de sangre”, se podía leer en una gran pancarta desplegada frente a la puerta del hotel del Atlético. Hubo otra, aunque más pequeña, en la que se leía: “Madrid es rojiblanca”. Los seguidores del Atlético estuvieron durante más de una hora aguardando la llegada del bus y se desató la locura cuando éste apareció por la calle donde está el hotel.
La plantilla venía directamente desde el Calderón y, esta vez, Simeone incluyó en la concentración a sus 23 futbolistas, estén en condiciones o no para jugar. Es su manera de hacer grupo y de velar armas en una noche tan importante. En el partido de ida algunos futbolistas colchoneros, voluntariamente, se unieron aun sin estar citados. Esta vez fueron todos y cuando el autobús colchonero apareció la muchedumbre enloqueció.
Entonces hubo bengalas y los jugadores del Atlético grabaron a los aficionados. La zona resultó fuertemente protegida por la Policía Nacional, que acordonó la zona. En anteriores convocatorias el bus del Atlético encontró muchas dificultades para acceder al hotel, pero en esta oportunidad la Policía hizo un pasillo de seguridad y el bus entró sin problemas.
Los hinchas cantaron el “orgullosos de nuestros jugadores” y también una de las canciones favoritas de la hinchada madrileña: “Jugadores jugadores hemos venido a ganar, que se enteren los vikingos quién manda en la capital”. Simeone fue otro de los que más se acordó la afición, lo mismo que de Fernando Torres. “Échale huevos, Atleti, échale huevos...”, cantaron los seguidores. La plantilla, una vez que llegó al hotel, estuvo durante diez minutos en la puerta grabando el momento y haciendo fotografías a los hinchas. Hasta en dos ocasiones los futbolistas al completo aplaudieron a su hinchada, quien a su vez agradeció el gesto de sus ídolos.
Pasados esos diez minutos, y ya cerca de las nueve de la noche, el equipo se metió en su hotel para cenar y descansar. Al frente de todos, Simeone, y también en primera fila Gabi y Fernando Torres. Germán Mono Burgos saludó a la hinchada rojiblanca incluso desde su habitación. Ellos sí creen en la remontada.
Unidos Simeone se llevó a todos los jugadores concentrados para hacer grupo Pasión 700 seguidores esperaban al equipo ya una hora antes de que llegara