Marcelino será el entrenador y Carlos Soler, el icono che
Fichaje y renovación en marcha
Marcelino García Toral (Villaviciosa, 1965) dirá “sí” al Valencia en cuestión de horas. Lo contrario pillaría al club a contrapié. Su fichaje se da prácticamente por hecho por Mestalla y también por Asturias. A la tercera será la vencida. Marcelino, que dijo
“no” al Valencia en 2008 al cambiarle de la noche a la mañana Juan Soler las reglas del juego y al que en octubre pasado la normativa de la RFEF le impidió sustituir a Pako Ayestarán, firmará por las dos próximas temporadas. Él y sus dos ayudantes: Rubén Uría e Ismael Fernández.
El Valencia ficha a un técnico que cumple a rajatabla los dos requisitos que exigía Lim: habla español (aunque en los últimos meses ha estado perfeccionando su inglés, lo que le ayudará para entenderse con el dueño che) y conoce a fondo la Liga Santander (Sporting, Recreativo, Racing, Zaragoza, Sevilla y Villarreal).
El estilo Marcelino se impuso en las primarias de Singapur al de Quique Setién y el cuarto proyecto de Peter Lim (Marcelino será su séptimo entrenador) lo encamina Mateu Alemany a recuperar las señas de identidad del Valencia, tanto por el fútbol de solidez y velocidad que propone Marcelino como por la apuesta por Carlos Soler como icono del club. Porque si Marcelino está al caer, también lo está la renovación del centrocampista, cuya aparición en el primer equipo es una de las pocas alegrías que se ha llevado el valencianismo este curso.
El Valencia tiene un principio de acuerdo para mejorar el contrato de Soler en todos los sentidos:
Dos temporadas Mateo Alemany y Eugenio Botas ya acordaron el tiempo y el salario
años (acaba en 2020), salario (hoy 300.000 euros) y cláusula (la actual es de 30 millones). Obviamente, Soler no es ninguno de los futbolistas de Voro a los que Marcelino ha puesto en la lista del fuori a la asturiana. Porque tener voz y voto en la operación salida ha sido clave en la negociación.