Viernes desastroso de Alonso y McLaren
Otra rotura del propulsor Honda impidió al español participar en los Libres 1 y en los segundos fue último a tres segundos de Hamilton. Hoy necesita ajustar el nuevo motor antes de la clasificación
Caminaba con una sonrisa. “Estoy bien, tío”. Fernando Alonso tiñe de colores toda la oscuridad, a pesar de los mil pesares. El asturiano salía del meeting de pilotos hablando con Marcus Ericsson hacia la casa de McLaren en los circuitos. Ya con la frustración apagada, quizá entre los pelotazos a una bola de pádel. Y con la adrenalina de poder salir a los segundos libres. Ahí fue último a más de tres segundos del mejor tiempo de Lewis Hamilton, pero con un motor nuevo que aún necesita muchos ajustes. Y ahí está la clave y la esperanza que conserva para hoy y mañana, calificación y carrera. Fernando tiene muchas opciones, está la de marcharse del circuito un rato y la otra es quemar, como metáfora entiéndanme, el hospitality de McLaren, el de Honda y el de toda la Fórmula 1. Pero no. Al menos no de momento.
Motivos no le faltan. Ayer en los primeros libres su motor se paró en la curva tres, al poco de empezar, apenas habían pasado doce minutos desde que salió a la pista con el coche inglés de motor japonés. Era el primer sector y el coche empezó a echar aceite a chorros hasta que Alonso paró, pero incluso después cuando ya estaban los comisarios poniéndolo en la grúa. Ahí vimos a Alonso ayudando a los operarios. “Quería que lo hicieran deprisa para poder salir a los segundos libres, lo hice por la afición más que por el equipo”, dijo a una reportera mexicana al llegar al paddock después de dejar su coche roto en el asfalto.
De esa manera los mecánicos e ingenieros de Honda montaron el cuarto motor de Alonso. El que se rompió era el que había llevado en el primer gran premio en Australia, China y en algunos momentos de Bahréin. El equipo trabajó a contrarreloj para que el asturiano pudiera salir a los segundos libres. Y lo consiguieron. Pero con resultados muy discretos, por decirlo de manera elegante. Fernando no pudo pasar del último puesto y aunque después mejoró su primera vuelta estuvo a más de cinco segundos de Hamilton y el Mercedes.
Fueron esos momentos en los que el asturiano volvió a quejarse por radio del rendimiento del coche: “El motor se siente mucho más lento que antes, es alucinante”. Lo cierto es que después en rueda de prensa explicó que debía ser ajustado. Será eso.
Antes llegaron los tuits con mensaje. Como el de Renault. “Un tuit para Nando”, decían. Y se veía a Charlie Brown recibiendo con un abrazo a Snoopy. De esa manera quisieron desde la escudería gala animar a Fernando después de la avería número mil de su motor Honda. ¿Un abrazo de ánimo? ¿O una esperanza para el futuro? ¿Quizá un regreso al lugar donde ganó todo y fue feliz? La vida… ¿quién sabe lo que ocurrirá?
12 minutos Ese tiempo duró el coche hasta echar aceite a chorros
Renault Los galos le apoyaron con un tuit “para Nando”