La mano izquierda que mece la cuna

Técnicos y técnicos. Miren los datos y verán que no hay debate. Los títulos Champions demuestran que el mejor entrenador del Madrid es el que demuestra “mano izquierda”. No hay casualidades: Del

Bosque, Ancelotti y Zidane. Gestión del talento al más alto nivel, defensa sistemática del futbolista y declaraciones alejadas de la polémica. Virtudes que se confunden con la bisoñez táctica o el buenismo. De eso nada, los tres grandes entrenadores. Valoro la trayectoria preblanca de Mourinho,

Oporto, Inter o Chelsea, pero el Madrid funciona de otra forma. Presumir de semifinales no es negocio. Zidane lo ha conseguido, tiene enchufadísima a toda la plantilla, tiene la pole position en la ansiada

Liga, pero le queda una última prueba de fuego. Isco o Bale en Cardiff. Tiene un marrón, pongámonos en su piel. Con el picante añadido de que de su decisión puede depender la que tome Isco Alarcón. El 3 de junio, examen final. Desde luego el francés lo lleva de matrícula de honor, pero en el Madrid se puede pasar del

cum laude al suspenso en 90 minutos.

El finalista da miedo. La Juventus es el rival más sólido que ha tenido un equipo español en una final de Champions en el Siglo XXI. Sinceramente así lo creo. Y me parece mérito de Allegri. Curiosamente sobre él pesa la leyenda de mala relación con los grandes talentos, lo desconozco por completo. Lo que sí sé es que ha sido capaz de optimizar los recursos de sus futbolistas, en muchos casos cambiando su posición natural en el campo. Pjanic es el genio, de mediapunta en Roma a cinco mandón, Dani Alves pasa de lateral a extremo derecho,

Mandzukic de delantero de área en el Atlético a extremo currante en banda izquierda.

Khedira ha vuelto a su versión de la selección alemana, un centrocampista tanque con llegada. Un entremado que permite liberar a Dybala del trabajo defensivo. Sólo le han hecho un gol en jugada en toda la Champions, no hablemos de su BBC (Bonucci, Barzagli y Chiellini) y de su portero Buffon. Será una grandísima final.

La encrucijada del Barça.

Quiero pensar que el Barcelona guarda en secreto el nombre de su futuro entrenador, a mes de mayo avanzado parece surrealista que no lo tenga aún. Sobre todo porque se presenta un verano trascendente, y un dilema: volver al modelo Cruyff o insistir en la vía abierta por Luis Enrique.

Firmar jugadores para acercarse lo más posible al romanticismo basado en Xavi,

Iniesta y Busquets o fichar futbolistas que “trabajen” para hacer llegar el balón a la MSN. Posesión o pegada. Veremos. Y mañana Carrusel

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