El Valencia, a un triunfo de ganar su primera Liga
“Esperamos al mejor Madrid, su orgullo es algo fuera de lo normal”
Solo seis clubes en 60 años de historia de la Liga han ganado el título, el Valencia Basket puede ser el séptimo si vence esta tarde en La Fonteta al Real Madrid (20:30, #0). Los blancos no se entregan: “Ya hemos salido de esta otra veces, lucharemos a muerte”.
Conozco cómo funcionan las cabezas de los jugadores del Madrid, tanto por compartir vestuario con ellos en la Selección como por haberlo hecho con gente como Nocioni. Su orgullo y carácter son algo fuera de lo normal y por eso lo han ganado todo. Tenemos que estar alerta y esperar al mejor Madrid, y vencer también al mejor Madrid”, palabra de San Emeterio. Alma de este Valencia Basket que mezcla confianza, determinación y respeto al enemigo horas antes de un duelo en el que puede hacer historia delante de su gente. A 40 minutos, por tercera vez en el curso, de levantar un título (perdió la Copa y la Eurocup), a un triunfo de abrazar la primera Liga de su historia. Sería el séptimo campeón diferente en 60 años de torneo liguero (Real, Barça, Joventut, Manresa, Baskonia y Unicaja). Pero para cantar el alirón tiene que tumbar al Madrid por tercera vez en cinco días, algo que para Pedro Martínez “resultaría épico”.
Reacción. Llull, Nocioni y Reyes llaman a la reacción. “Se nos ha complicado más de la cuenta, pero ya hemos salido de esta otras veces. Lucharemos a muerte”, dice el capitán blanco. Las cartas están sobre la mesa. El Valencia lleva cinco partidos en casa en este playoff con una defensa pletórica. Dejó al Barça en 62,5 puntos, al Baskonia en 73 y al Madrid en 64. Aplicación atrás (ayudas muy largas del pívot en la defensa del base, de Llull), rebote y gran dirección de Diot con Dubljevic haciendo daño al poste y combinando muy bien con Sikma y Thomas. El Madrid, en cambio, tiene desconexiones agravadas por el cansancio tras 81 partidos, un desgaste mental multiplicado por la derrota en la Final Four. El equipo se ha debilitado atrás y no mueve bien el balón, pero hay que tumbarle en la cancha. Una final histórica.