La Fórmula 1 conquista Londres sin Hamilton
Exhibición sin precedentes en Trafalgar Square con todos los pilotos del Mundial menos el británico de Mercedes. “No sé por qué no ha venido”, dijo Vettel, uno de los más aclamados por los aficionados
Sí, algo está cambiando en la Fórmula 1. Ese deporte elitista y casi inaccesible bajó ayer a la calle, al centro histórico de Londres, para que cualquier aficionado pudiera tener cerca a sus ídolos y escuchar el rugido de los monoplazas. Esa disciplina automovilística tan tecnológica y a veces incomprensible se acercó durante toda la mañana a los niños y a las escuelas para enseñar cómo la ingeniería y la mecánica mueven el campeonato. “Queríamos que Londres fuera parte de la experiencia de la F1”, explicó Chase Carey, el director ejecutivo de Liberty para el Mundial, después de convencer a los 10 equipos y a los pilotos para formar parte de una exhibición sin precedentes en el centro de Londres, en Trafalgar Square y la calle Whitehall.
Porque estaban todos. Bueno, todos menos uno. Faltaba
Hamilton, el último campeón británico estaba de vacaciones.
“No sé por qué no ha venido”, reconocía Vettel, uno de los más aclamados (hubo algún abucheo cuando se nombró a Lewis) haciendo donuts con el Ferrari. “Es especial y divertido estar tan cerca de la gente, ver cómo animan. Me gustaría dar más vueltas, pero esperaremos al fin de semana. ¿No podía hacer ‘donuts’? No lo había oído, lo siento (se ríe)”, dijo el líder.
Desfilaron todas las escuderías con monoplazas de años anteriores decorados con los colores de 2017. Carlos Sainz
con el Toro Rosso: “Me lo he pasado bien. Buenos acelerones, buenos ‘donuts”. Ricciardo
encandilando a la afición con el Red Bull, Verstappen, Kimi, Bottas, Stroll... Y McLaren Honda,
aunque en su caso con un MP46 de 1991, a los mandos Vandoorne. Acudió Fernando Alonso, pero sin el deber de pilotar: “Es espectacular, es bueno juntar a la gente con los pilotos, con casi todos los pilotos. Para nosotros siempre estar cerca de la gente es bonito y si lo hacemos al mismo tiempo que estamos conduciendo, aún más. Todos los eventos que son fuera del coche nos cuestan un poco más, pero ahora durante la semana es una buena iniciativa. Yo no conduzco esta vez, conduce Stoffel, he venido a hacer entrevistas”.
El asturiano fue uno de los más ovacionados cuando los 19 pilotos presentes subieron, uno por uno, al escenario de la céntrica plaza londinense. También Ricciardo, ganador en Bakú, se llevó buenos aplausos. Y Bottas, que cerró la fiesta previa al GP de Gran Bretaña en Silverstone descorchando champán.
Acudieron leyendas, como Jackie Stewart, y muchos ex como Coulthard. O Rosberg, vigente campeón, o Button, otro emblema del automovilismo británico. “Queremos llevar la F1 a la gente a la que le gusta la F1. Sabemos que los pilotos son los héroes y queremos lucirlos más de lo que lo hemos hecho en el pasado. Nos motiva ver lo que ha pasado aquí”, afirmó Ross Brawn, responsable deportivo del campeonato. Porque puede que la exhibición, llamada ‘F1 Live London’, no sea excepcional. Sienta un precedente.
Alonso acudió, pero no se subió al coche. Carlos Sainz sí hizo ‘donuts’ con el Toro Rosso