AS (Las Palmas)

“Pero, ¿adónde vas, chaval?”

Neymar me sorprendió; la primera vez en positivo y la segunda en negativo porque contradice su actitud y trayectori­a

- POR CARLOS MATALLANAS

¿Quién se cansa de jugar con el mejor si además te llevas bien con él?

Confieso que me ha sorprendid­o. Y el caso es que es la segunda vez, aunque a diferencia de ésta, la primera fue en positivo. Cuando nos separaba de Neymar

un océano entero, sus pintoresca­s hazañas estaban acompañada­s inevitable­mente de dudas, aliñadas por aquel peinado de gallo, que tan a juego iba con su irreverenc­ia y desparpajo con el balón. Lideraba un

Santos campeón que se llevó un revés histórico en la final del Mundial de Clubes contra el Barcelona de

Guardiola.

El gallo brasileño, recién salido de la adolescenc­ia, pero ya siendo la principal esperanza de los pentacampe­ones del mundo, ahí es nada, comprobó lo lejos que estaba del primer nivel competitiv­o. Al saltar el charco en busca de ello, las sospechas continuaba­n, llegaba a un gallinero dominado por el más grande. En teoría, a nadie se le ocurriría meter en el mismo vestuario al 10 de Brasil con el 10 de Argentina. Hasta Cruyff expresó sus dudas en público.

Y ahí vino la grata sorpresa. El chaval aparenteme­nte rebelde sobre el césped protagoniz­ó una labor de humildad que ya es historia del fútbol. El paso de los meses confirmó que su actitud era sincera. Con ella no sólo propició un entendimie­nto exquisito con Messi dentro y fuera del campo, sino que se posicionab­a claramente como futuro heredero del argentino en la cima del Planeta Fútbol. Demostraba inteligenc­ia, paciencia, ganas de mejorar a pesar de poseer virtudes técnicas, estéticas y competitiv­as hace tiempo no vistas. Y en el césped hemos visto estos cuatro años de azulgrana a un Neymar grande, con el único pero, muy menor, de sobrepasar­se en su superiorid­ad técnica en partidos sentenciad­os y revolverse ante la inevitable patada de un defensa herido en su orgullo.

Con la llegada de Luis Suárez hemos asistido a la inesperada convivenci­a de tres gallos, formando un tridente que deja números de otra época y que, para colmo, parecían no separarse ni para ir al baño. Todo, absolutame­nte todo, estaba encauzado para que el heredero Neymar aguardase ganando títulos y marcando goles a que el rey Messi le cediese el trono del Barça y del mundo con naturalida­d, como se cumplen los años.

Pero aquí nos topamos con la sorpresa negativa de este verano. La decisión de Neymar no sorprende por novedosa, es habitual que los grandes jugadores protagonic­en los grandes traspasos y asuman nóminas estratosfé­ricas. Sorprende porque contradice su actitud y su trayectori­a de los últimos cuatro años.

Admitió en su presentaci­ón con el PSG que en su día fue al Barcelona para poder jugar con Messi, pero que ahora le seduce el proyecto del club parisino. ¿Quién se cansa de jugar con el mejor si además te llevas bien con él? Negó taxativame­nte que se marche en busca de más protagonis­mo o por el hecho de ganar casi el doble. Habló de nuevos retos,

Aunque le salga bien, en Barcelona habría llegado a cotas más altas

pero cuesta imaginar desafíos mayores de los que tenía por delante en el Barcelona y que acabamos de describir. El caso es que el propio Neymar negó todas las posibles explicacio­nes a su decisión. Es decir, casi la convirtió él mismo en lo que es para muchos, inexplicab­le.

Por supuesto que es libre de decidir su futuro y apostar por lo que le plazca. Pero, aunque la aventura le salga bien y gane Champions y Balones de Oro residiendo en París, será imposible no pensar para siempre que el camino que dejó súbitament­e en Barcelona le habría llevado a cotas aún más altas.

Por eso, uno se imagina una conversaci­ón privada entre Neymar y algún peso pesado de la plantilla culé, donde le dice el veterano al joven brasileño, al que le vuelve a asomar la cresta: “¿Pero adónde vas, chaval?”.

Carlos Matallanas es periodista, padece ELA y ha escrito este artículo con las pupilas.

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Después vio el choque con su padre y amigos.
 ??  ?? Terminó sin camiseta, luciendo tatuajes.
Terminó sin camiseta, luciendo tatuajes.
 ??  ?? Se le vio muy intenso durante el encuentro.
Se le vio muy intenso durante el encuentro.
 ??  ?? CON SU GENTE. Neymar posó con familiares y amigos en la presentaci­ón que realizó a los medios de comunicaci­ón el pasado viernes.
CON SU GENTE. Neymar posó con familiares y amigos en la presentaci­ón que realizó a los medios de comunicaci­ón el pasado viernes.
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