Ana Peleteiro, a la final: “Hay un antes y un después en mí” Iván Pedroso le dirige en Guadalajara y este 2017 ha vuelto a volar lejos
A los 21, es su primer Mundial
Todo el que me conoce sabe que hay un antes y un después en Ana Peleteiro”, cuenta la dicharachera saltadora de triple gallega, de 21 años. El después lo ha vivido esta temporada, desde que se fue a Guadalajara a entrenarse a las órdenes de Iván Pedroso. Bajo las órdenes del cubano, que aplica los conocimientos técnicos del país caribeño, ha vuelto a saltar mucho, más que nunca, y ayer puso el broche a su evolución al entrar en la final de los Mundiales. Fue con 14,07, la marca número doce, la última que ganó el pase. Suficiente. “Es magnífico conseguir esto en mi primer Mundial”.
Peleteiro es un seguro en la alta competición. Se sabe desde que en los Mundiales júniors de Barcelona 2012 ganase el oro estando todavía en edad juvenil. Ese era el antes. Ahora vuelve a morder, y con más fuerza. “Compito mejor, con más garra y actitud”. En pista cubierta fue quinta europea, ha llevado a 14,22 su mejor prestación, ganó la plata continental Sub23 y ahora esta final, en la que sólo parecen excesivamente superiores la colombiana Caterine Ibargüen, la kazaja Olga Rypakova y la venezolana Yulimar Rojas.
Rojas, también de 21 años, se ha convertido en una gran amiga de Peleteiro, porque también se entrena en Guadalajara con Pedroso. “Todos empujamos para que Ana esté de nuevo arriba”, dice la desenfadada Yulimar, que se ha teñido el pelo de verde para estos Mundiales. Peleteiro se ha quitado las extensiones: “Me ha dicho Iván que no son aerodinámicas”. Y ella hace caso al cubano que le ha devuelto de nuevo a la senda de la élite del triple salto mundial. Mañana será la final... con Ana Peleteiro.
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