La afición blanquiazul da un mensaje de confianza
Desde 2010 no había tanta gente en el estreno en casa
La estela de ilusión sigue encendida. El Tenerife se quedó a las puertas del último ascenso y eso ha calado en la afición que el viernes, pese a jugarse en un horario poco habitual, con televisión en abierto y en pleno agosto, respondió a la cita. Tanto, que se registró la mejor entrada de un partido inaugural en casa desde 2010.
Buenos números. Ante el Real Zaragoza presenciaron el duelo 10.827 espectadores, cifra solo superada por los 16.442 que estuvieron en la derrota ante el Salamanca (12) en 2010, el primer encuentro tras el descenso de Primera. A partir de entonces, el bajón fue notable y a la gente le costó reengancharse.
Por ejemplo, en las dos campañas en Segunda B el Tenerife se estrenó en el Heliodoro contra el Vecindario en 2011 ante 8.206 personas y en 2012 contra el Rayo Vallecano B, choque que solo presenciaron 6.399 espectadores, la más floja entrada en años para un debut casero.
A partir de allí, la cifra tuvo mejorías y decaídas: en 2013 contra el Hércules hubo 8.891 aficionados, en 2014 ante el Albacete bajó un poco, 7.885 entradas vendidas, en 2015 con el Nàstic, repuntó (9.174) y el año pasado, para la visita del Sevilla Atlético hubo 7.929 hinchas en las gradas del Heliodoro. Posiblemente la del viernes no sea la mejor entrada de la jornada, pero estará entre las más destacadas de la categoría.
Zaragoza 10.827 personas presenciaron la victoria del pasado viernes