Ibán Salvador guía al Valladolid a la victoria
Los tinerfeños no estuvieron cómodos y fueron superados.
Hay quien, salvando las distancias, ya compara a Ibán Salvador con Diego Costa. Para lo malo y para lo bueno. Lo primero porque siempre está en todas las trifulcas, le pegan, pega, se tira, le provocan y, casi siempre, ve una tarjeta. Para lo bueno porque crece a medida que se convierte en un jugador indispensable para Luis César. De la rampa de salida a titularísimo. Ayer estuvo brillante y fue protagonista en los mejores 20 minutos del Valladolid hasta ahora en Liga. Y eso que el Tenerife empezó queriendo mandar. Tyron y Suso lo intentaron desde lejos, pero no sorprendieron a Masip. El Valladolid tardó 15 minutos en llegar al partido, pero a lomos del hispanoguineano firmó unos muy buenos minutos. Dio un pase de gol, mal anulado por fuera de juego a Mata, filtró dos balones con peligro y cabeceó a la red un centro medido de Antoñito para adelantar a los suyos aprovechando que Dani se quedaba debajo de los palos. Fue un tramo en el que el Valladolid dio un meneo a todo un Tenerife, imbatido e invicto, que sólo buscaba el descanso.
En la segunda parte, los de Martí salieron con intención de dar la vuelta al partido, pero Míchel y Mata hicieron una jugada de billar y el primero marcó en posición dudosa. Puede decirse que ahí acabó el partido. Luismi y Borja mandaban en el centro del campo y entraban Plano y Toni, que debutaba, para buscar una contra que diera, definitivamente, la puntilla al encuentro. El madrileño tuvo el tercero, pero Dani, esta vez sí, paró bien su mano a mano. Martí pasó a una defensa de tres para buscar recortar distancias: Vitolo y Montañés lo volvieron a intentar desde lejos, pero Masip resolvió ambos disparos sin dificultades y certificó la victoria de un Real Valladolid que ilusiona a su gente no sólo por la victoria, sino por el juego, mientras que el Tenerife deberá resteñar sus heridas y volver a su mejor versión.
Polémica Se anuló un gol a Mata por fuera de juego y podría estarlo en el segundo