El Valencia avisa de que dará guerra

El Atlético de Madrid demostró ser un equipo en mayúsculas, serio, al que todo sea dicho le cuesta que le saquen una tarjeta, pero es rocoso, tiene fondo de armario, calidad y mucho trabajo. Ahí radicó el mérito del Valencia en ciernes de Marcelino, que como hiciera contra el Real Madrid trató de jugarle de tú a tú. Fue mejor en fases, en otras fue al revés, pero en ellas, a las duras, supo resguardarse, y nunca cejó en su empeño de querer picar en el muro rojiblanco. Sin embargo, prueba de lo buen equipo que es este Atlético, pese a ese empuje blanquinegro y el de Mestalla, enganchada la afición de nuevo a la causa, fueron los de Simeone quienes mejores ocasiones tuvieron. Así, a bote pronto, un paradón de

Neto tras un disparo desde la frontal que se envenenó tras dar en un defensa suyo, dos remates de Vietto y otra de

Gaitán. Pero este Valencia tiene identidad, la busca sacar en todo momento y cada uno de sus futbolistas se deja todo lo que tiene dentro.

Así juega. Así quiere ser. Es un Valencia que compite. Lo cual es de agradecer. Así lo entendió la grada. Bien merecidos los aplausos de Mestalla, que reconocía el esfuerzo de los suyos por llegar a las inmediaciones de Jan Oblak y por alejar a los del Cholo de las de Neto, que sigue sin encajar un gol en Mestalla, algo que parecía una quimera hasta hace cuatro días. Un empate en casa, sí. El segundo en tres partidos. Pero contra otro equipo hecho. Un paso más en la construcción del Valencia de Marcelino. Y firme.