España contra la maldición

El Sinan Erdem Dome, lleno de malos recuerdos

La maldición. El Sinan Erdem Dome es un flipe, un recinto moderno con mucho aroma a baloncesto. Pero no se nos da bien. En 2010 un triple de Teodosic nos privó de luchar por las medallas del Mundial. Dos años después el Olimpiacos se cargó al Barcelona en una Final Four, como el Fenerbahçe este año al Real Madrid. No soy supersticioso pero me he comprado un “ojo turco”, que es un amuleto contra la mala suerte. Aunque viendo jugar a España creo que la mala suerte hoy la tiene el rival.

Vivir en pareja. Compartir casa siempre tiene su aquel. Incluso entre parejas bien avenidas surgen roces si se convive mucho tiempo en un recinto pequeño. Los jugadores viven en pareja durante el campeonato. Pau y Navarro llevan compartiendo habitación casi más que mis padres matrimonio. Otro dúo lo forman los Hernangómez. Marc, que tenía de pareja estable a Sergio Llull,

ahora duerme al lado de San Eme. Oriola y Sastre, que se conocen del Valencia Basket,

se juntan en la habitación común de la Selección. Ricky y

Vives comparten sueños de bases y Sergio Rodríguez y

Abrines pasaban sus noches juntos pero no revueltos en la habitación del hotel. Con la lesión del alero, el Chacho es el único que pasa las noches solo en el hotel.

Nuestros árbitros pasan ronda. Bultó y Conde han accedido a los octavos de final de la competición. Solo con que lo hagan como en la ACB, deberían estar en la final. Algo que no deseo. No es que me caigan mal ni mucho menos, pero que estuvieran ellos significaría que la que no ha llegado a la final es la Selección. Y mi corazón es más de los que encestan que de los que pitan. Ojalá les designen para el duelo por la medalla de bronce.