“Sería bonito coronar mi carrera subiendo al Rayo” Chori Domínguez

➥ ¿Cómo ha sido su vuelta a Vallecas?

—Estoy contento por haber tomado esta decisión y por estar en un lugar en el que sabía que sería bienvenido. Tuve varias opciones. Algunas de fuera que eran un tema más económico. Otra era volver a casa, a River, aunque eso no avanzó. Y ésta. Hablé con el presidente y al final elegí el Rayo. —¿Percibe la ilusión que ha despertado su fichaje?

—Sí. Lo sentí desde que surgió la posibilidad. Es muy especial volver a Vallecas. El año que estuve fue muy lindo e histórico para el club. Estoy en el lugar que tengo que estar. —Varios aficionados organizaron una carrera por su llegada.

—¡La Chori Race! Fue lo que más me sorprendió, algo muy bonito porque además tenía un carácter solidario. Sé cómo es la afición y todos estamos agradecidos por su apoyo. —¿Ha cambiado el Rayo respecto a su anterior etapa?

—Intento vivir el presente, en donde toque. La idea futbolística de entonces y la de ahora son parecidas. También este grupo es muy bueno y enseguida me han arropado. —¿Qué recuerdos rescataría de aquella 2012-13?

—Hablaría de personas que fueron importantes: los jugadores; Paco, que confió en mí en una situación no muy clara con mi salida del Valencia; la ayuda de los médicos, los fisios, los utilleros… y la afición. —¿Qué supuso en ese momento su paso por el Rayo?

—Fue algo grandioso. Había gente que no confiaba, que te hacía sentir que estabas dando un paso atrás, pero no fue así. Sentía que nos divertíamos y jugábamos contra grandes equipos de igual a igual.

—Con un estilo que les llevó a aquel histórico octavo puesto...

—Paco recibió muchas críticas entonces por ese estilo, porque ganábamos o perdíamos por mucha diferencia. Creíamos tanto en lo que podíamos dar que lo conseguimos. Y ahora es uno de esos momentos. Estamos en una situación en la que hay unas turbulencias, pero la idea debe ser la misma y con fe de que las cosas van a salir bien.

—Ha sido una semana dura, ¿cómo ve al equipo?

—Fue algo que no esperábamos porque habíamos arrancado bien. El hecho de perder en nuestra casa y ante nuestra afición te da que pensar, pero podemos mejorar e intentaremos no repetir errores.

—¿Cómo está físicamente? —Vine sin hacer pretemporada, terminamos la liga griega en mayo, y la idea es ir metiéndome poco a poco.

—Si le digo ascenso, ¿qué piensa?

—Quiero dar una alegría a nuestra gente. Y en lo personal sería un logro importantísimo. Soy realista, tengo 36 años, y no sé si éste será mi último año en activo o habrá más. Quiero disfrutar y sería bonito coronar mi carrera con un ascenso. —Hábleme de su River, al que subió en su regreso (11-12).

—Soy hincha y desde la distancia deseo que gane. Quizá por algo no me ha tocado volver. Posiblemente ya esté más complicado, pero para mí es un sentimiento. Me dio la posibilidad de jugar en Europa y le estoy muy agradecido.

—De Argentina a Rusia, Valencia, Vallecas, Grecia...

—Mi sueño era ser campeón, no sabía dónde ni cómo, y lo he cumplido. Con 22 años me fui a Rusia: dos equipos, seis años y no fue fácil. Hubo momentos en los que estuve a punto de hacer la valija, pero soy muy religioso y siempre he pensado que si algo sale o no es porque Dios lo quiere así para mí. Rusia y Grecia fueron lugares complicados, con culturas muy diferentes.

—Además de títulos de clubes ganó un Mundial Sub-20...

—Fue un boom. Llenábamos los estadios y los padres iban con sus niños, algo que ahora es menos frecuente por los problemas que hay. En cuartos tuve una lesión grave de tobillo y recuerdo ver desde la Clínica o en casa las dedicatorias de mis compañeros. No pude estar con la Absoluta, pero haber ganado eso fue lo máximo. Soy muy patriota y cuando escucho el himno se me pone la piel de gallina.

—¿Y qué le pasa ahora a la Argentina de Sampaoli?

—No es sencillo estar ni opinar. El fútbol siempre es el resultado y a Argentina le ha tocado perder finales y allí se vive de eso. No hay mucho para reprocharles y sí que agradecerles por habernos llevado a finales.

—Y eso pese a tener a Messi...

—Le toca una parte muy dura que es no poder conseguir con su país el premio que merece por lo que es y lo que significa.

—Usted ganó al Barça de Messi en Champions (09-10).

—Sí, con el Rubin Kazán. No nos lo creíamos. Terminamos que no podíamos ni caminar… Ese día preparamos el partido de una manera loca o rara. El lateral se cruzaba delante del central, corríamos para todos lados… Era nuestro día.

—¿Qué significa el Rayo?

—En poco tiempo le empecé a querer y a sentirme parte de esta gran familia porque sé cómo sienten y cómo viven.

—¿Y por qué es diferente?

—Por su calidad humana y su afición, que es muy especial. Eso hizo que eligiera venir.

El Rayo de Paco “Jugamos contra los grandes de igual a igual, nos divertimos. Fue algo grandioso”

Messi y Argentina “Le toca una parte muy dura: no poder lograr con su país el premio que merece”