Chasson Randle es el elegido para suplir a Llull
La campaña pasada jugó en los Sixers y los Knicks
Muratore, presidente de la FIBA: “La Euroliga no puede compararse a la NBA” El Real Madrid está muy cerca de llegar a un acuerdo con Chasson Randle Mirotic luce su nuevo físico: “Me siento muy fuerte; ahora a demostrar mi mejoría”
EI Real Madrid está cerca de contratar a Chasson Randle (1,88 metros y 24 años): falta cerrar el acuerdo y que el jugador pase el reconocimiento, pero es el elegido. Se trata de un base anotador que también puede actuar de escolta y cuya llegada respondería a la necesidad del club blanco de reforzarse tras la baja de larga duración de Sergio Llull.
Nacido en Rock Island (Illinois), ocupa plaza de extracomunitario, lo que significa que para jugar en la Liga Endesa, el Madrid debería dar de baja temporal a Trey Thompkins o Gustavo Ayón (a día de hoy, los dos únicos extracomunitarios en su plantilla después de que Randolph obtuviera el pasaporte esloveno y Facundo Campazzo sea ya español). Una disyuntiva que no se daría en la Euroliga.
Knicks. Randle, considerado uno de los mejores bases de la NCAA durante la temporada 2014-15, no fue drafteado en 2015, por lo que decidió marcharse a la República Checa para jugar en el Nymburk. El siguiente curso lo comenzó en la Liga de Desarrollo, en Westchester, filial de los Knicks. Tras firmar allí un 42% en triples, llamó la atención de los Sixers, que le brindaron la posibilidad de debutar en la NBA. Randle aprovechó los distintos problemas físicos de Sergio Rodríguez y TJ McConell para disputar ocho encuentros antes de ser despedido por Philadelphia. Cuatro días después, las puertas de la NBA volvieron a abrirse para él: disputó 18 encuentros con los Knicks, que le comunicaron que no contaban con él hace unos días. Acabó su primer curso en la NBA con 5,3 tantos, 1,2 rebotes y 1,3 asistencias de media.
Es extracomunitario: el Madrid deberá hacer un descarte en la Liga Endesa
Lejos de las canchas, Randle obtuvo el graduado en estudios afroamericanos por la Universidad de Stanford y ha iniciado un máster en Psicología. Varios de sus compañeros no tuvieron tanta suerte. “Algunos de mis amigos más cercanos quedaron atrapados en la espiral de violencia y delincuencia de las calles de mi ciudad”, dice Randle, que ha impartido charlas en centros de menores para intentar ayudarles a reconducir su camino.