Muguruza flojea y se obliga a ganar a Venus Pliskova pasa como primera de grupo
Pliskova arrasó a Garbiñe, que se juega mañana el pase a semifinales
Clasificada
Cansancio Williams invirtió más de tres horas para ganar a Ostapenko
Garbiñe Muguruza ofreció ayer su peor cara en las WTA Finals ante Karolina Pliskova, ya clasificada. La española tiene que ganar mañana a Venus Williams para estar en semifinales. La estadounidense venció a Ostapenko, que ya no tiene opciones de pasar.
Si el primer partido de la jornada de ayer en las WTA Finals, entre Venus Williams y Jelena Ostapenko, fue mucho más largo de lo esperado (tres horas y 13 minutos), el segundo sorprendió por todo lo contrario. Karolina Pliskova pasó por encima de Garbiñe Muguruza en 62 minutos: doble 6-2. Dentro de lo fea que resultó la derrota, lo mejor es que lo abultado del resultado no importa.
Y es que no hay cábalas. Las cuentas están claras: Garbiñe pasará a las semifinales si mañana vence a Venus como sea, en dos o tres sets.
Si pierde, quedará eliminada. Así de fácil y de complicado al mismo tiempo. Será un duelo a vida o muerte entre las dos finalistas de Wimbledon. Una revancha en plena lucha por el último título del año y por seguir aspirando al número uno mundial. La más perjudicada por el triunfo de Pliskova, que pasa como primera de grupo, fue Ostapenko, que ya está fuera tras su derrota ante la mayor de las Williams por 7-5, 6-7 (3) y 7-5 en un partido loco con 20 roturas de servicio, 23 dobles faltas y 74 errores no forzados.
Muguruza, que había cortado en Cincinnati una racha de siete derrotas consecutivas contra Karolina, no termina de dar con la fórmula para superar a una tenista que cimienta su juego en su potente saque y una derecha que cuando le corre con facilidad es letal. Pero lo grave es que en esta ocasión no le hizo falta recurrir con avaricia a esas virtudes. Solo necesitó un 61% de primeros y conectó un ace y 15 golpes ganadores. Lo que hizo mejor fue minimizar los errores no forzados (8) y conceder muy pocas bolas de break (4). Todo eso porque Garbiñe no entró nunca en el partido y no le puso en dificultades. No le salió nada y jugó sin alma. Una auténtica pena.
El primer set cayó en manos de Pliskova en apenas 26 minutos, con una rotura para el 2-0 y otra para colocar el definitivo 6-2. Y el segundo iba por los mismos derroteros hasta que en un descuido la tercera del ranking perdió su servicio cuando había estado cerca del rosco y dominaba 5-1. Un espejismo que no sirvió para nada, porque los guarismos ya daban lo mismo. Muguruza, que ofreció su peor cara, tendrá mañana la posibilidad de redimirse ante una Venus Williams que a sus 37 años se dio un autentico palizón ante Ostapenko. La temporada, a cara o cruz.