Wilder reclama su trono y envía un mensaje a Joshua
Derrotó por KO a Stiverne en el primer asalto
Deontay Wilder fue un depredador en Brooklyn. Vislumbró su presa, y hambriento, no tardó en liquidarla. Sólo un asalto, 2 minutos y 59 segundos. No necesitó más el campeón mundial CMB de los pesados para noquear a Bermane Stiverne, retener su cetro y enviar un mensaje a Anthony Joshua, campeón FIB y AMB. “Te declaro la guerra. Llevo mucho tiempo esperando. Sólo quiero demostrar que soy el mejor”, espetó ante un público entregado. Esta vez sí, convenció.
El Bombardero de Bronce salió al ring dolido y no se guardó ningún cañonazo en la recamara. Fue un depredador no sólo por su hambre, también por su velocidad. Sonó la campana y ya estaba sobre Stiverne con un jab que parecía un puñal. Maduró a Stiverne y con una derecha recta sentó al aspirante, quien se recuperó, pero estaba sentido. Quería el KO en el primer asalto. Se quedó parado ante Stiverne, le miró y el aspirante sólo se atrevió a cubrirse. Crochet de derecha, que tapó con su mano el haitiano, pero de nuevo se fue al suelo. Demostración de poderío.
El tiempo apretaba y el descanso podía retrasar su victoria, no lo quería. El árbitro dijo “box”, y Wilder ya estaba lanzando su derecha. Otro golpe que le afectó y abrió la guardia. Izquierda recta, carrusel de golpes y el réferi tuvo que intervenir. Le costó separarlo mientras Stiverne volvía a caer. No sabía lo que le había pasado por encima. Era un ciclón llamado Wilder, que gritaba de un lado a otro del ring. El mensaje lanzado, recibido en Inglaterra. La unificación de los grandes pesos, más cerca.