Foto oficial más ‘selfie’ con la camiseta polémica
La RFEF puso sordina a la presentación y la plantilla, tan feliz
Los fastos con los que la Federación tenía previsto lanzar la nueva camiseta de España se quedaron al final en un posado breve, que pasó sin pena ni gloria, sin público y con un frío intenso, como lo fue el propio acto.
No podía ser de otra forma después del revuelo que se armó, con las redes sociales en onfire republicano, con Pablo Iglesias y Alberto Garzón celebrando que el Pisuerga pasa por Valladolid, con el portavoz del Gobierno, Méndez de Vigo, hurgando en la herida (“España ha llevado camisetas más bonitas en ocasiones precedentes), con Juan Luis Larrea abrumado por todo lo anterior y con Lopetegui quitando hierro, y nunca mejor dicho, a todo lo anterior: “¿La camiseta? En este país a veces perdemos el norte con cada cosa...”.
Todos a una. Los jugadores salieron en bloque a defender el diseño que hizo un creativo nacido en Düsseldorf sin pensar que la iba a liar parda. Muchos de estos futbolistas posaron después del entrenamiento con la nueva elástica, congregados en torno al palo-selfie de Sergio Ramos, que por cierto es jugador Nike. Una prueba más de que el capitán aplica el ‘lo que une España, que no lo separe una zamarra’.
La foto, y sobre todo la camiseta, fueron celebradas por Ángel Villar, que sigue suspendido pero con buena salud. Villar fue el que firmó hace treinta años con el que aún sigue siendo el patrocinador técnico
de España, Adidas, y la última renovación de este vínculo también figura en los papeles del ‘caso Soule’. El suspendido e investigado presidente es un firme defensor de la marca alemana, que es la que más dinero aporta a las arcas de la Federación: 25 millones de euros anuales. Precisamente por este acuerdo también preguntó el magistrado Pedraz en el Juzgado Central de la Audiencia Nacional que investiga las entrañas de la RFEF.
En fin, que más allá de todo, Larrea tenía razón. La camiseta, que la mayoría de los españoles rechaza según la proyección de la encuesta de AS, no será retirada del mercado, donde se puede adquirir por 129,95 euros. Un precio elevado que se podría rebajar si descuentan lo que se han ahorrado en su presentación, desde un helicóptero con su correspondiente tripulación hasta los fuegos artificiales para su clausura. Así que España la estrenará el sábado en Málaga, con esa tira azul petróleo que unos ven azul y otros morado. Para gustos, los colores.