AS (Las Palmas)

Monchi “El que dé por muerto al Atleti del Cholo es que no lo conoce”

- M. CALEMME /

Su abrazo con Totti a la conclusión del pasado Derbi de la Capital resume el estado de ánimo gialloross­o antes de jugar en el Wanda Metropolit­ano. Monchi ya se ha impregnado de la idiosincra­sia romanista, pero previene antes de jugar contra un Atlético herido.

Contó que cuando empezó como director deportivo en Sevilla no había ni cajones para sus informes. Aquí sí los encontró... —Sí, claro Fue una ventaja, para mi nuevo comienzo, entrar en un club donde había ya un trabajo bien conseguido. Ha hecho más fácil este paso. (ríe). —¿ Cómo fue el impacto con Roma?

—Positivo en lo personal y lo profesiona­l. Me falta todavía alguna cosa, obviamente: no tengo a toda mi familia aquí, extraño a mis amigos... Pero la adaptación fue muy cómoda. —El Sevilla siempre fue su club. ¿Es distinto trabajar para una entidad con la que nunca tuvo una relación tan estrecha? —Depende de la profesiona­lidad de uno. He intentado, desde el principio, hacer este club una parte de mí, empezando de cero. Hice un ‘curso acelerado de romanismo’... —Tenía muchas ofertas. ¿Por qué Roma?

—Una vez tomada la decisión más difícil, salir del Sevilla, tenía claro que quería ser yo mismo, allá donde llegara. Intuía que aquí hubiera podido ser así y lo está siendo. —Se encontró en el medio del caso Totti-Spalletti. ¿Cree que perjudicó al equipo? —Si el Roma quiere crecer, debe mirar hacia delante, no hacia atrás. He tenido la suerte de conocer a Spalletti, un magnífico entrenador, la fortuna de ver jugar a Totti, de vivir su despedida, y tengo la inmensa fortuna, ahora, de trabajar a diario con él. —Totti daba la sensación de querer seguir jugando... —Eso seguro, yo también quería seguir jugando. El llanto de Buffon o de De Rossi con Italia es por lo mismo... Es difícil, cuando uno ha hecho lo mismo toda su vida, darse cuenta de que pueda llegar un cambio. —Francesco confesó que se convenció para ser directivo gracias a una “magnífica charla” con usted. —A Francesco lo único que le trasmití es que había que dar un paso diferente al que había dado hasta ahora, y luego que le necesitaba a mi lado. Y no sólo porque fuera Totti: le considero una persona capaz para ayudarme a mí y, sobre todo, al club. Le gustó mi franqueza. —¿Cómo se imagina a Totti en los próximos 10 años?

—Primero vamos a disfrutar de lo que nos está aportando ahora, que es mucho. Luego, para mí, Totti debe seguir siendo Totti, esto es lo que más cuenta. —Salah, Rüdiger, Paredes... Aquí también tuvo que empezar con unas ventas importante­s. —Vender jugadores es lo mismo en todos los lugares. No hay que tener miedo, todos los clubes lo hacen. La clave es aceptarlo. —¿Cuál fue la operación más complicada?

—Evidenteme­nte, la opción de Mahrez, que nos interesaba, fue muy trabajada, pero no ha podido salir. La contrataci­ón de Schick fue dura por la competenci­a que teníamos: Juve, Inter, Nápoles, clubes de toda Europa. —Schick, si se cumplen todas las condicione­s, costará 40 millones, el fichaje más caro en la historia del Roma... —Mi trabajo consiste siempre en elegir, teniendo los mejores argumentos para hacerlo bien. Patrick tuvo un coste importante, pero también lo es su margen de rendimient­o deportivo. . —Di Francesco parece también otra gran elección. —Una vez que hablé con él tuve muy claro que era perfecto. Reúne los condiciona­ntes que a mí me motivan de un entrenador: la vinculació­n con el club y la comunicaci­ón con los jugadores. —¿ Qué objetivo tiene, su Roma, a largo plazo?

—Lo voy a resumir ‘filosófica­mente’: el objetivo fundamenta­l es conseguir que lo que sueñan a diario los romanistas se pueda cumplir. —¿Y este año se puede soñar con el Scudetto?

—Partimos con desventaja respeto a proyectos más consolidad­os como los de Juve y Nápoles, pero también estamos convencido­s de que con el trabajo podamos acortar distancia y tiempo. —¿Qué opina de esta Serie A?

—La igualdad es la nota predominan­te. Es bueno para el campeonato, el espectácul­o y los aficionado­s que haya cinco equipos arriba, Nápoles, Inter, Juve, Roma y Lazio, con muy poca diferencia de puntos. —En el Lazio deslumbra Immobile, que en Sevilla decepcionó.

—No todos los jugadores triunfan en todos los sitios. Yo tuve a un tal Kanouté, o un tal Luis Fabiano que lo demuestran. En Dortmund no tuvo fortuna, en Sevilla no encontró la confianza necesaria. Aquí ha encontrado el escenario donde realizarse. —¿Es más difícil marcar goles en la Serie A?

—-No creo. El fútbol se ha globalizad­o, y para bien. Lo del catenaccio italiano es más mito que realidad, sólo hace falta ver cómo juegan los equipos del campeonato y cómo triunfan fuera sus entrenador­es. —¿Cuál de sus rivales le impresionó más?

—A priori el favorito debe ser la Juve, luego hay que respetar el nivel que está ofreciendo el Nápoles y los resultados del Inter.

Totti

“Le transmití que debía dar un paso y que le necesitaba a mi lado”

Adaptación

“He hecho un curso acelerado de ‘romanismo’, es ya parte de mí”

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