Juan Carlos Navarro “En 1997 no esperaba tener una carrera así”

Navarro mira hacia atrás y recuerda como con 17 años saltó a la pista del Palau con el dorsal cinco a la espalda. Era un 23 de noviembre, como hoy, pero de hace 20 años. El rival, el Granada. El Barça ganó 99-75 y él sumó 10 puntos. Esta noche ante el Mac

La baja de Jofresa y los problemas de los vinculados Cazorla y Marcos obligaron al entonces técnico Joan Montes a buscar un base para dar descanso a Djordjevic. ¿Cuándo le dicen que es el elegido? —No recuerdo si fue durante la semana o el último día. Pensaba que no jugaría, pero todo fue muy bien. Además, ese mismo día reapareció Dueñas y eclipsé un poco su retorno ya que el Palau empezó a aplaudirme. —¿Durmió la noche anterior?

—No. Me costó un poco, pero estaba feliz de tener una oportunidad inesperada. —Diez puntos en diez minutos.

—Fui a saco todo el tiempo y las cosas me salieron de manera encadenada. Al final, casi no me lo creía. La prensa pidió que saliera a hablar, algo que no había hecho antes. En ese momento no esperaba una carrera como la que he tenido. —Ese día había 5.800 espectadores, pero uno muy especial. ¿Lo recuerda? —Por supuesto, era Vanesa, mi esposa. Había estado dos años detrás de ella hasta que me hizo caso. Entonces ya era mi novia. Ha sido la persona más importante en mi carrera, lo ha vivido todo. Y tenemos dos hijas, que son lo mejor que me ha pasado en estos 20 años. —¿Mantiene los mismos amigos de entonces? —Ya no vivo en Sant Feliu, pero mis padres sí y conservo los amigos que tenía en 1997. Para mí es muy importante. —Y Pau Gasol, ¿qué clase de amigo es?

—Es especial, mi amistad con él está a otro nivel. De 1997 a 2000 yo era más importante en la cancha, pero mejoró y... —¿Hubiera ido a la NBA si Pau no hubiese estado allí?

—Sin él en Memphis no hubiese dado el paso. Aún bromeo y le digo que me dejó tirado a mitad de la temporada para irse a los Lakers. —¿Quién le llevó a la cantera del Barça hace 25 años?

—Antonio Maceiras, entonces coordinador de los equipos de base, que vino a verme a Sant Feliu. No destacaba mucho, pero jugaba contra rivales mayores y pensó que podría hacer más. Era rápido y anotaba. —En 1.098 partidos, ¿cuál es su mejor recuerdo? ¿Y el peor?

—El mejor, la Euroliga de 2003 en el Sant Jordi, aunque casi me quedo con la de 2010 porque era un jugador más importante (MVP final). ¿Y lo peor? El curso pasado. Fue muy duro. —¿Es difícil su actual rol?

—Sí, a veces cuesta asumirlo y más ahora que me encuentro bastante bien físicamente. En el banquillo se sufre mucho. —¿Qué opina de las Ventanas?

—Los jugadores siempre estamos en el punto de mira y espero que se arregle. A unos no les convocan y a otros sí, al final no estamos al mismo nivel, pero confiamos en los que han ido.