“Nadal es único y los que venimos detrás, también”
“Es un orgullo recibir el Premio Revelación”, dice Davidovich
Ha sido el rey júnior de Wimbledon 2017, pero también es el rey de las contradicciones. Empezando por sus apellidos (Davidovich Fokina) y por su aspecto. No puede ocultar su ascendencia rusa (madre y padre), pero es malagueño, de corazón y de acento. Si cerramos los ojos y escuchamos hablar a Alejandro, nadie duda que es de La Cala del Moral (Málaga). Pero si los mantenemos abiertos y lo que nos tapamos son los oídos, entenderemos sus apellidos. Este rubio platino de padre boxeador profesional no golpea con los puños, lo hace con una raqueta de tenis. “Mi revés es muy sólido, entre sólido y atacante hago buena combinación”, dice Alejandro al preguntarle por su mejor golpe. Su tremendo carácter le ha hecho romper más de una en sus inicios cuando fallaba algún punto. Un carácter que su entrenador, Jorge Aguirre, supo encauzar para llevarle a lo más alto, a ganar Wimbledon júnior y a alcanzar las semifinales de Roland Garros. “Ganar fue una sorpresa, quería hacer un buen papel, pero teniendo en cuenta cómo se dio en 2016, no tenía ninguna expectativa”, reconoce. 50 años han tenido que pasar para que un español volviera a lo más alto de ese podio, 50 años después de que Manuel Orantes lo hiciera en 1967 coincidiendo con el nacimiento de As. Y ahí precisamente se encontraron esos dos caminos, el de As y el de Davidovich. Al aniversario de este diario, Alejandro asistió a recibir el Premio Revelación: “Para mí es un placer y un orgullo que me den el premio de revelación del año y celebrarlo con los Reyes y todos los directivos del Diario As”.
“Djokovic es mi ídolo, ya que me reflejo mucho en él”, dice. Pero también le gustan Federer y Nadal, del que dicen puede ser sucesor en el tenis nacional. “Nadal es único y los que venimos por detrás también somos únicos, y yo haré todo lo posible para al menos igualar el nivel de Rafa”, finaliza el joven tenista de 18 años.
Wimbledon “Quería hacer un buen papel, pero ganar fue una sorpresa”