PUBG: un fenómeno social más allá del videojuego
Tras su gran éxito en PC, sale en exclusiva para Xbox One
PlayerUnknown’s Battlegrounds es el triunfo de una idea frente al poder de las grandes compañías y la constatación de que el eje de poder en este sector está girando hacia Oriente. El juego está inspirado en la película Battle Royale (2000) protagonizada por Takeshi Kitano, si en aquella eran unos estudiantes los que pelaban por su vida en un isla, en el este son un centenar de jugadores los que lucharán por ser el último superviviente.
Todos comienzan igual.
Las partidas, de unos 30 minutos de duración, comienzan con un salto en paracaídas sobre una isla, sin armas, sin accesorios... Cada usuario deberá encontrarlos en los edificios existentes o bien eliminando a los rivales y cogiendo
su equipamiento. La enorme extensión del terreno (64Km2) asegura que cada ronda sea diferente. A medida que va pasando el tiempo se reduce la zona de juego de tal forma que al final todos los supervivientes se juntan en un pequeño espacio.
La apuesta de Xbox.
PUBG está desarrollado por una empresa pequeña, Bluehole, y eso se nota en el acabado, que presenta algunos fallos notables como una renderización que solo cubre 150m y hace que un jugador escondido en la hierba sea perfectamente visible por un francotirador. El desembarco, con carácter de exclusividad, por parte de Microsoft parece asegurar que todo funcionará de una manera más correcta y que las mejoras llegarán a un ritmo a más regular.
El gran éxito de 2017.
Con más de 20 millones de copias vendidas en Steam en lo que va de año y con unas perspectivas de ser uno de los grandes referentes de los esports, PlayerUnknown’s Battlegrounds se ha convertido en un fenómeno social que trasciende al videojuego.