Thompkins rescata al Madrid tres veces
Triple para forzar la prórroga, triple final decisivo y tapón ganador
El Madrid perdió la batalla de El Pireo en la prórroga y ganó, 40 horas después, la del Palacio en un duelo igual de desgarrador y también con tiempo extra. Radoncic fue clave en la reacción y Thompkins, el salvador. Se lesionó Campazzo.
De la contienda en El Pireo a la batalla del Palacio. De una derrota agónica ante el Olympiacos a una victoria aún más sufrida frente al UCAM Murcia en apenas 40 horas. De una prórroga a otra. El Madrid se mantiene líder en ACB, donde cura sus penas europeas, aunque esta vez el duelo desgarró tanto como el combate más agotador de la Euroliga.
Lo lucharon todos, y lo ganó Thompkins… tres veces. Primero con un triple inverosímil para forzar el tiempo extra. El balón le llegó rebotado tras tocarlo Rojas en su marcaje a Carroll y tuvo la sangre fría de botar para esquivar a uno de sus defensores y lanzar desde ocho metros. Sobre la bocina: 74-74. Y lo ganó otra vez con el triple final tras intercambiar pases con Taylor. Botó, fintó dos veces y lanzó liberado. La sentencia. O casi, porque quedaban aún cuatro segundos y Benite tuvo un último intento de tres que… sí, taponó Thompkins.
Tres acciones decisivas, tres, para salvar al Madrid que perdió a Campazzo por lesión en el minuto 4 (esguince de tobillo). El mérito de Thompkins fue resolver con el talento y la sangre fría de un buen cirujano y el de Laso mantenerlo a resguardo de las faltas (cuatro en nueve minutos) y apostar por él a 24 segundos del final.
Los de Ibon Navarro habían aplacado de inicio al Madrid con su defensa y se agarraron a un día dulce de sus bases, de Hannah (11 puntos en el primer cuarto) y de Kloof (15 al descanso), para lograr un margen de hasta diez tantos: 23-33.
Sin Campazzo, Doncic tuvo que salir pronto a escena. Estuvo en pista 32:29. Imprescindible. Y más por el pobre rendimiento de Randle, perdido al timón y sin chispa atrás.
El Madrid firmó un parcial de 17-2 con Radoncic impecable (canasta, mate, triple y mucha intensidad) y volteó un amenazante 50-59. Un triplazo de Oleson con Carroll y Reyes encima parecía romperlo todo: 69-72. Entraba Thompkins, el resto es historia, aunque el UCAM pudo cambiarla si hubiera mandado al Madrid a la línea de personal. Pero no lo hizo y la bola le llegó a Trey Thompkins.