Levante y Lega seguirán en crisis hasta el 2018
Los focos apuntaron al árbitro en un polémico duelo
Orriols despidió el fútbol hasta el año próximo con un empate sin goles. Ramplón. Poco fútbol. Apenas una ocasión que llevarse a la boca. Y un árbitro demasiado protagonista. El Levante lo tuvo a su merced, con uno más en la última media hora. Pero el Leganés supo defender lo suyo. Y al final las tablas fueron merecidas para ambos.
La polémica fue la nota predominante en la primera mitad. Dos penaltis pidió el Levante. Los dos sobre Ünal. El primero no era. El segundo se podía pitar. La camiseta del turco no estaba en su sitio y alguien tiraba de ella. Alguien del Leganés, claro. Este último fue casi al filo del descanso lo que encendió aún más a público y jugadores granotas. Antes, eso sí, al Lega le anularon un gol por fuera de juego. Milimétrico, pero fuera de juego. Oier salió en falso en una falta frontal y Beauvue remató a la red. El banderín estaba arriba y la jugada no valió.
En la segunda aún hubo más. Porque Latre, quizá por compensar, expulsó a Amrabat por una acción cuanto menos cuestionable. Quedaban 25 minutos por delante al Levante con un hombre más, pero los granotas no lo aprovecharon. Es más, ni tan siquiera chutaron a puerta. Garitano y los suyos supieron arañar todos los segundos posibles al crono para al final salvar un punto que les mantiene lejos de los puestos de peligro donde el Levante podría acabar más derca de lo esperado el 2017. La crisis sigue en Orriols