Ziganda respira ganando al Betis lleno de polémica
Los locales, con 10 por roja en el 34’ y otro gol fantasma
Termina el año el Athletic con una victoria que le sirve para superar precisamente al Betis en la clasificación y respirar, pues deja el descenso a seis puntos de distancia. La misma que mantienen los verdiblancos después de una derrota de la que salen con buen sabor de boca y vitoreado tras remar casi 60 minutos a contracorriente, después de una polémica expulsión de Amat que también significó el penalti del primer gol vizcaíno. Ziganda, que no pierde desde hace seis jornadas, respira. Quique Setién mira con recelo lo que llega cuando tuerza el año: el derbi sevillano, en Nervión.
Salió el Betis enchufadísimo, otra vez con un doble pivote compuesto por Amat y Fabián y Camarasa más suelto por delante, casi como jugaba en el Alavés. El valenciano tuvo la primera en un chut que le detuvieron entre Herrerín y el palo. Poco después apareció la primera polémica, parecida a la de Málaga. Falta de Joaquín, rebote en Laporte y el portero rojiblanco sacando un balón... ¿de dentro? En La Rosaleda se vio más claro.
Tardó media hora el Athletic, que jugaba sin Aduriz de inicio, en sacudirse el dominio. Feddal le detuvo un balón a De Marcos en la línea y Susaeta provocó que Adán hiciera uno de los paradones de la noche. Del córner siguiente sacarían los de Ziganda petróleo. Amat forcejea con Laporte, el francés cae y el catalán pega una patada al aire que parece pisotón, o así lo vio Martínez Munuera: penalti (0-1, Raúl García, 35’) y expulsión del catalán.
Pudo sentenciar el Athletic antes y después del descanso. Adán le quitaba un gol a bocajarro a De Marcos para seguir dándole vida al Betis, que mantenía sus opciones sobre todo en contras bien montadas por el incombustible Joaquín. En una de esas el capitán vio amarilla por reclamar un posible penalti a Sergio León. El Athletic parecía meterse en un lío a medida que se acercaba el final, con el síndrome Málaga (le empató un 1-3 teniendo uno menos) en la cabeza. Pero poco antes del final, Feddal sentenciaba en propia puerta.
Como en Málaga La repetición no aclara si el balón de Herrerín entra