VW Arteon mucho más que una berlina
La marca alemana le da una vuelta de tuerca al concepto del Passat, con una propuesta más atractiva en su diseño, un dinamismo destacable y una calidad de primer nivel
El rodillo del fenómeno
SUV también está pasando por encima del segmento de las berlinas, que han quedado relegadas principalmente al sector empresarial. Algunas marcas luchan por desacelerar esta tendencia, como es el caso de Volkswagen y la nueva propuesta del Arteon.
Podría considerarse como el hermano mayor del Passat, pero incluso va un paso más allá. Sí, su carrocería es más grande en las dimensiones principales aunque su principal argumento es la evolución del concepto, adentrándose en el territorio de los coupés de talante deportivo. Tiene cinco puertas pero es largo, ancho y bajo, con lo que su aspecto emana un dinamismo que puede atraer el interés de quienes se sientan ajenos a la estética de una berlina clásica.
En el interior se paga cierto tributo por tal alarde en términos de habitabilidad, sobre todo en lo que se refiere a la altura al techo y también en un maletero algo más pequeño que del Passat. Son inconvenientes más que admisibles considerando todo lo que gana el coche en otros aspectos, incluyendo que su posicionamiento en la gama VW (también por precio) le permite exhibir un despliegue de calidad, dotación y tecnología comparable al de cualquier modelo similar de marcas consideradas premium. Especialmente destacable son todos los dispositivos de seguridad que apare- cen en los niveles superiores de equipamiento, con funciones muy avanzadas.
Los motores tampoco se quedan atrás, como es el caso del TDI 2.0 de 240 CV, que se combina con un cambio automático de doble embrague
DSG y siete marchas, más la tracción total 4Motion. Se trata de una solución mecánica ideal para un coche de su talante, pues ofrece unas prestaciones acordes a su agilidad en carretera. El equilibrio entre el confort de marcha y el dinamismo es otra de sus grandes virtudes, permite viajar a buen ritmo por cualquier tipo de trazado sin que sus ocupantes sufran la incomodidad de unas suspensiones duras. Mientras, el conductor disfrutará de la fidelidad de la dirección y un buen aplomo en curvas.