AS (Las Palmas)

Un fantástico Campazzo mantiene la racha blanca

El Unicaja ganaba por siete (70-77) a cuatro minutos para el final

- RICARDO GONZÁLEZ

MVP El base argentino firmó 18 puntos y 33 de valoración

El Unicaja, con un Carlos Suárez desatado, tuvo contra las cuerdas al Madrid. Laso sentó a Doncic y la enorme labor de Campazzo y la aportación de Rudy y Thompkins obraron la remontada. Los blancos han ganado 16 de los últimos 17 partidos de Copa.

Carlos Suárez, uno de los héroes del Sant Jordi, donde arrancó la era Laso en 2012 tuvo a su exequipo rodilla en tierra. Siete arriba (70-77) a menos de 500 segundos, pero la inercia y los rezos a los que aludía Plaza en la previa no bastaron. El Madrid remontó con Doncic en el banco y guiado por un sensaciona­l Campazzo, MVP. Rudy y Thompkins fueron sus apoyos, más la imponente presencia de Tavares y el marcaje de Taylor a Nedovic. Los blancos estiraron el pecho hacia el cielo y cruzaron primero la meta. Orgullo y experienci­a en estas lides.

Hubo desenlace apretado y hubo mucho más. De entre todas las claves posibles, nos agarramos a la más dudosa, incluso absurda. Póngase en situación: el Unicaja volaba sobre la pista en el segundo cuarto, con un Suárez desatado frente a Randolph, con Waczynski embocando triples en la cara de Doncic y con una defensa que no daba opción. El Real, aturdido, parecía acorralado detrás del triple. El rebote era malagueño y el parcial, también. Un abrumador 3-20. Del 31-23, tras muy buenos momentos de Causeur, al 34-43. El campeón sufría sobre la cancha y las aficiones rivales, todas reunidas en comunión, olieron la sangre y se arrancaron… “Era campo atrás, era campo atrás”, corearon al unísono, en memoria de la acción de Llull. Y como entonces, el cántico tuvo efecto boomerang. De sarcástico y provocador a motivador para los de Laso.

El efecto ponderable fue un arreón de 12-2 para alcanzar el descanso. Más allá de lo emocional, Campazzo empujaba la nave como Gulliver. Penetració­n, pase para el mate de Tavares y triple. Otro de Doncic y uno arriba al descanso pese a que el rival había lanzado seis veces más a canasta por su músculo reboteador.

La segunda parte fue un pulso durísimo en donde el Unicaja supo ceñirse al guion que traía de casa y no permitió rachas liberadora­s. Limitó a Doncic, sometió a Carroll y puso el alma en cada rechace, en cada defensa. No había canasta fácil, nada fluía. A cuatro minutos para el final tocaba la gloria y Laso optó por sentar a Doncic. Ahí estaba Campazzo, que sentenció con un robo. Y Rudy. “Así, así gana el Madrid”, escuchamos de cierre.

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 ??  ?? DIRECTO A SEMIFINALE­S. Facundo Campazzo penetra a canasta. El base argentino fue clave para el pase a semifinale­s del Madrid.
DIRECTO A SEMIFINALE­S. Facundo Campazzo penetra a canasta. El base argentino fue clave para el pase a semifinale­s del Madrid.
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