Del baño a la polémica
Las Palmas protesta un gol anulado en el descuento
Protesta El árbitro pitó una falta a Calleri antes del gol de Gálvez
Si el fútbol se decidiera a los puntos, como en el boxeo, el Sevilla es justo ganador, pudiendo hacerlo por KO. Dominó el partido a su antojo, imponiendo el ritmo que más le convenía, plantándose en el área rival cuándo y cómo quería. Las Palmas cayó enredada en su tela de araña, y cuando pudo escapar era tarde.
Tienen estilos de juego bien marcados, y además se reflejaron desde el inicio del partido. Los grancanarios precisan de la pelota para sentirse protagonistas, y al equipo de Montella no le hace falta para dominar. Ya en el 3’, Ben Yedder regateó a Chichizola, y solo David García evitó un 0-1 cantado.
El Sevilla estaba a lo suyo, percutiendo, tejiendo una trampa en la que volvió a caer Las Palmas cuando Correa le ganó la espalda a Macedo para asistir a Sarabia, al que detuvo un atento Chichizola. Correa, sustituido lesionado en el primer acto por Sandro, volvía loca a la defensa amarilla, como cuando sorteó a Gálvez para dejar solo a Sarabia, que no llegó por poco. Parecía la fiesta particular de ambos.
Las Palmas seguía buscando un estímulo que le llevara a escapar de las garras sevillistas. Pudo llegar al filo de la media hora de juego cuando aquella falta botada por Viera acabó en el palo tras un remate de cabeza de Calleri, pero el ariete argentino se encontraba en fuera de juego. Cinco minutos después, Sarabia había superado una vez más a Aguirregaray para ejecutar un remate franco que desvió Chichizola, pero allí acudió raudo Ben Yedder para hacer el 0-1 a puerta vacía y poner el partido de cara a los suyos.
Parecía que el Sevilla cerraba el duelo cuando, en el 50’, el Mudo Vázquez dejó solo a Sarabia para que este, a placer, hiciera el 0-2 y diera lustre así a su extraordinario partido. El 0-3 no llegó de milagro tras una pérdida de Gálvez tras la que Nzonzi acabó solo delante de Chichizola, que despejó a córner.
Halilovic. Precisaba Las Palmas de un milagro que le llevara a soñar, al menos, con el empate. Este llegó en el 82’ cuando Halilovic le sacó un penalti a Layún que Calleri transformó en el 1-2. El 2-2 pudo llegar de no ser por Iglesias Villanueva, que le anuló un gol a Gálvez tras una supuesta falta previa de Calleri. Tampoco llegó Las Palmas, que salió muy tarde de la trampa de este Sevilla, que es mucho. Mientras, decirle adiós al descenso continúa siendo una tarea pendiente en Gran Canaria.