La Selección se salva de milagro en Minsk
Sufrió hasta el final pero suma ya tres triunfos en tres partidos
En un partido irregular ante el rival teóricamente más débil de su grupo, España necesitó un rebote en los últimos instantes de Fran Vázquez, el líder indiscutible del equipo, para asegurar un triunfo con el que dio otro paso hacia el Mundial 2019.
Las Ventanas amenazaron por primera vez con volverse diabólicas para España en una extraña tarde en Minsk. Bielorrusia le ganó tres parciales (salvador el 15-25 del primero) y estuvo realmente apurada hasta un inquietante 82-83 a ocho segundos del final que puso en peligro real, de manera insospechada, un partido en el que la Selección no supo manejar amplias rentas. Casi tira a la basura incluso un 71-83 en unos pésimos últimos minutos. A fe de ser sinceros, puede decirse que un rebote salvador de Fran Vázquez evitó males mayores. Pero sigue invicta, más líder del grupo A y mira con optimismo la clasificación para el Mundial 2019.
Ganar en Minsk no resultó sencillo porque España no estuvo bien. Fue un equipo más liviano e irregular que en Podgorica y Burgos y dejó que Bielorrusia se le subiese a las barbas en muchos momentos. Pero hay poco que reprochar a unos jugadores que están realizando un servicio algo ingrato pero impagable y que tienen en el corazón de Fran Vázquez un ejemplo de compromiso.
La Selección no le encontró las vueltas al partido en la primera parte. Le costó mucho activarse y, fuese por el frío exterior o por cierta relajación, se le vio algo torpe. Perdió siete balones y se dejó coger ocho rebotes ofensivos en los dos primeros cuartos contra un equipo inequívocamente débil. Los músculos parecían oxidados. Tres triples del debutante Beirán pusieron las cosas en su sitio al final del primer cuarto (15-25) pero España estaba perezosa o despistada y Bielorrusia ya estaba muy cerca al filo del descanso: 34-38.
La Selección salió de vestuarios con un parcial de 0-6 pero otra vez vio como el partido se ponía en un pañuelo (52-53). Scariolo comprobó que el propósito de enmienda le había durado poco a sus jugadores: otra derrota parcial en el tercer cuarto y al último en alerta naranja (59-63).
No pareció que Bielorrusia tuviese fuerzas para más. Apareció Rodrigo San Miguel para hacer cinco puntos seguidos y Scariolo, con 66-75 en el minuto 35, metió a Fran y Colom para echarle el candado al partido, que se fue hasta el 71-83. Pero España iba y venía con una peligrosa fragilidad y a 55 segundos del final todo estaba en el aire (80-83). El rebote de Fran evitó una insurrección en Minsk. La Selección salvó los muebles y lleva tres de tres. Seguro que hay cosas que mejorar, pero muy pocas que reprochar a estos chicos liderados por el gigante Vázquez.