Neymar está harto de Francia según ‘UOL’
Se queja de los árbitros y de la violencia de los rivales Lamenta que con el nivel de la ‘Ligue 1’ no puede pelear por el Balón de Oro
Se convirtió el verano pasado en el fichaje más caro de la historia del fútbol con 222 millones de euros. Firmó un contrato hasta 2022 y su padre sostiene que tiene un futuro con el PSG. Pero el medio brasileño ‘UOL Esporte’ desveló ayer las diferentes causas del hastío de Neymar...
Hace tres días el padre de Neymar aseguró tras la visita de Al Khelaifi que su hijo tiene futuro en el PSG. Pero ese futuro no parece muy feliz tras lo publicado ayer por UOL
Esporte. Según este medio brasileño, el futbolista asegura a su entorno que lleva cinco meses en París “que parecen cinco años” y este hastío de Neymar tiene varias causas: su descontento por la violencia de los adversarios, el arbitraje permisivo, el mal estado de los campos rivales o por la obligación de concentrarse los días previos a los partidos.
Una de las grandes quejas es, según UOL, la dureza de los rivales con él. En la liga francesa sufre de media 5,2 faltas por encuentro (104 en 20 partidos), mientras que en LaLiga ese promedio baja a 3,5 en las cuatro temporadas que vistió la camiseta del Barça (431 en 123 choques). En este sentido, el jugador del PSG también se ha quejado de la permisividad de los árbitros franceses. Pero, además, lamenta el menor nivel técnico que hay en la Ligue 1. El astro brasileño considera que si sigue en Francia tendrá muy difícil pelear por el Balón de Oro o por grandes títulos.
UOL Esporte también publica que el mal estado de los campos de los rivales del PSG está empujando a Ney lejos de Francia. Y, por último, siempre según UOL, al crack brasileño que pretende el Madrid no le gusta ni los excesivos viajes en autobús que hace el PSG debido a la proximidad con los rivales ni la obligación de concentrarse los días previos a cada encuentro. En el Barça se solía concentrar el mismo día del partido, algo que el Madrid también suele hacer…
El jugador
Asegura que lleva cinco meses en París “que parecen cinco años”