Filipe, operado del peroné: todavía puede ir al Mundial

Se le rompió en Moscú. Su baja se estima en 8 semanas

Era muy temprano ayer cuando se confirmaba el peor pronóstico: Filipe Luis tenía roto el peroné. La prueba radiológica, efectuada casi nada más aterrizar el vuelo del Atlético procedente de Moscú, corroboraba aquello que, el día anterior, ya había contado su gesto. Que era grave. Que no era sólo el golpe, la patada de Éder. En directo al tobillo, pero Filipe ya conocía el dolor de un peroné roto. Aquella vez, con el Depor.

Aunque los plazos en un principio dijeron que su baja oscilaría entre los cuatro y los seis meses, que se perdería el Mundial de Rusia, la pretemporada y hasta el comienzo de la próxima Liga con el Atleti, a medida que fue avanzando el día se fueron recortando. Después de su paso por quirófano, el Atlético, en un comunicado de prensa, los dejaba en “ocho semanas”.

Desde su entorno, ayer, durante todo el día, se miraba con cierto optimismo moderado su recuperación y, lo más importante, que pueda llegar al Mundial. Si los últimos plazos estimados se cumpliesen, su vuelta sería una semana antes de la final de la Europa League (16 de mayo). Llegaría justo pero, en ese caso, Filipe sí podría jugar el Mundial.

“No voy a rendirme. Voy a luchar hasta el final”, prometía el propio Filipe en su cuenta de Instagram justo antes de operarse. Quería, necesitaba agradecer tanto cariño. De compañeros, de rivales, de afición. “Mucha gente dice que ha sido mala suerte. Pero yo no pienso así. Creo que tengo mucha suerte. Por tener un obstáculo en mi camino y sentir el cariño de tantísima gente: tengo todos los motivos para ser positivo”, continuaba.

“Cuanto peor parecen las cosas, más fuerte me siento”, escribía. Y es palabra de Filipe Luis. De esas en las que hay que creer. Imposible no hacerlo. Aunque a Simeone se le hará larga su baja: hace años que es el único en su plantel sin sustituto natural.

Sus ánimos “Cuanto peor parecen las cosas, más fuerte me siento”