Rayo y Cádiz, hermanos en la grada y rivales por el ascenso
Se prevé la mejor entrada del curso. Cambios en los onces
Vallecas calienta motores para uno de los partidos más esperados de la temporada. Y lo es por varios motivos: se reencuentran dos aficiones hermanadas, se masca la mejor entrada del curso --ya lo fue el pasado, congregando a 12.013 espectadores-y el ascenso está en juego --dos puntos separan a ambos--. El Rayo quiere recuperar el liderato, tras el aplazamiento del encuentro del Huesca, y el Cádiz persigue dar el zarpazo al ascenso directo.
El ambientazo está garantizado. El club franjirrojo sacó 1.500 entradas de promoción y se agotaron en menos de 48 horas, a lo que se sumarán los seguidores gaditanos que viajen y las peñas cadistas de la capital. La afición franjirroja ha quedado para entrar unida al estadio, en un corteo que arrancará en la Calle Dolores Folgueras a las 17:00. El objetivo es que el estadio ruja ya desde el calentamiento.
El Rayo busca sacudirse la derrota en El Molinón (la única en los últimos once encuentros) y prolongar su racha en casa, donde encadenan cinco jornadas sin perder (cuatro victorias y un empate). Para ello, Míchel recupera a Fran Beltrán en el medio y el Chori ha vuelto a una convocatoria, en la que aún no están Amaya (ya se entrena con el grupo tras la lesión) ni Majeed (con fiebre).
Por su parte, Álvaro pierde a tres titularísimos: Perea, Salvi y Kecojevic. No obstante, la lista deja muchas incógnitas por la cantidad de mediocentros y la ausencia de laterales izquierdos. De ahí que se esté planteando incluso un posible cambio de sistema para esta cita. El Cádiz vuelve a carburar y encadena dos victorias y un empate ante el Huesca, por lo que tratará de aprovechar esa inercia.
Habrá duelo de pizarras y estilos sobre un césped que se está mimando para que mejore. Vallecas pone a punto la garganta, sólo quedan diez finales.