Jornada negra para el Bilbao Basket
El Tenerife cree en el playoff y Miribilla reza para hallar dos peores
Cuando andas siempre implorando favores ajenos, algún día se rompe el cántaro. Le ocurrió al Bilbao, al que los rivales se le revolvieron y ganaron absolutamente todos: Burgos, Betis y Joventut. El margen de error es ya casi nulo. Queda por revisar si hay dos equipos peores y no se advierten. Ayer se dio otro ejercicio de impotencia con un primer tiempo vergonzoso: 14 puntos en 17 minutos.
El Tenerife no se rinde. Tras cinco derrotas seguidas a domicilio, se quitó la mochila de piedras y sigue pensando en el playoff; aunque tuvo un momento de agobio en Miribilla por gestionar mal sus ataques tras viajar con +21, cuando Redivo revolvió la coctelera, al final se llevó un triunfo merecido, por equipo largo y con las ideas mucho mejor enfocadas que un Bilbao Basket que no se saca de encima la angustia.
En la grada estaban Raúl López y Grimau, y en el banquillo local como ayudante Lakovic. Presencia de gente con enorme clase que seguro que palidece al ver este RETAbet tan corto de recursos y confianza. La nostalgia se completó con Katsikaris (se emocionó al final deseando lo mejor para su exequipo), Vasileiadis y Borg en las filas enemigas, rescoldos de un pasado notable que mueve por dentro las entrañas de una afición antes dichosa y ahora aterrorizada.
El RETAbet tuvo un serio problema de anotación en el amanecer del compromiso porque su ataque estático, incapaz de buscar una ventaja, es como un dolor de muelas (dos puntos en diez minutos). Luego lo arregló a lo loco con Redivo y Salgado y pese al colosal esfuerzo, no llegó a remontar (4344, a falta de 12:40).