Getafe y Espanyol, final con los deberes hechos
Nada en juego. Quique Flores regresa al Coliseum
Getafe y Espanyol han llegado al final de curso con los deberes hechos: han asegurado la permanencia, que era la cuestión primera al iniciarse la temporada. Tan lejos como improbable se antoja la fantasía de meterse en un puesto para la Europa League, por lo que el partido de esta tarde puede no tener más emoción que la de ver a jóvenes de futuro o consolarse probando suerte en las casas de apuestas. También existe la amenaza de que los entrenadores pongan a los menos habituales, lo que le haría más desalentador.
Quique Flores regresa al Coliseum, donde siempre fue querido. Fue el primer entrenador del Getafe en Primera (2004) y se prestó a echar una mano cuando el Getafe traspasó a Contra (2015) destino China a mitad de temporada. Mientras Bordalás insinúa que en breve se anunciará su renovación, éste será uno de los últimos partidos de Quique dirigiendo al Espanyol, pues es de dominio popular que no seguirá al acabar la temporada.
Sin Arambarri y sin Bergara, el Getafe pierde su gobierno habitual. Que Fajr vuelva al mediocentro es una apuesta segura, que lo haga acompañado de Flamini es muy probable. Regresará Portillo, ausente contra el Alavés y factor diferencial en el juego creativo del equipo.
El Getafe se ha dejado llevar en los últimos partidos y el Coliseum ya no es ese castillo imposible de invadir, y en los dos últimos partidos en casa tanto Levante como Betis se llevaron la victoria.
A este repentino mal Getafe le queda el consuelo de que enfrente tendrá al peor Espanyol a domicilio de los últimos quince años: sólo ha ganado un partido jugando fuera. El dato puede engañar, pues en su último partido, en Mestalla, se vio al mejor Espanyol de la temporada.
Para ganar en seguridad, Quique Flores volverá a repetir con su mejor pareja de centrales, Hermoso-David López. Arriba, no lo duden: siempre Gerard, autor del cuarenta por ciento de los goles de los pericos.