Ignacio Rivera “Si sueño con algo es con poder ganar el Mundial de Fórmula 1 con Carlos Sainz”

Ignacio Rivera (A Coruña 1965) es consejero delegado de la empresa familiar Estrella Galicia y habla con As de la fuerte y firme inversión de la marca cervecera en patrocinar el deporte. Los Márquez, Carlos Sainz Jr, Corinthians, Depor, Obradoiro o Celta son algunas de sus apuestas.

¿Cuál fue el primer patrocinio deportivo en el que se involucró Estrella Galicia?

—Empezamos con el Deportivo, ya no me acuerdo cuándo, fue hace muchos años. Luego llegaron las motos, y eso fue en 2011 cuando conocimos a Emilio Alzamora y un chaval que se llamaba Marc Márquez que corría en Moto3. A partir de ahí hasta hoy… 14 pilotos, presencia en todas las categorías. Fuimos creando una estructura piramidal innovadora que ahora quiere imitar mucha gente.

—-¿Por qué esa apuesta tan fuerte por las motos?

—Al principio teníamos poco presupuesto y había que elegir muy bien dónde nos metíamos. Nunca quisimos hacer la publicidad típica de televisión, nos gusta contar historias, como la publicidad de este año. La gente quiere que le cuentes historias, y eso intentamos, no queremos una comunicación fría. Ahora a toda la compañía le encantan las motos; cuando ganan, ganamos todos. De cada tres euros de márketing, dos los invertimos en patrocinios. Es algo muy raro, es una inversión salvaje respecto a otras empresas.

—-¿Cómo es el retorno para la empresa?

—Evidentemente lo mides y cuando las audiencias son mayores, los retornos son mayores. Ahora en el motociclismo y la Fórmula 1 no son tan grandes como cuando eran en abierto, pero el patrocinio es algo más porque te involucras en los valores de los pilotos y a la vez le pides que los pilotos tengan un comportamiento parecido con tu empresa, pero no es algo fácil. Eres parte de su historia y ellos de la tuya. La verdad es que estamos muy contentos con lo que tenemos.

—-¿Cómo empezaron con Marc Márquez?

—Conocimos a Emilio Alzamora y nos llega cuando Marc no era aún nadie. Nos encanta la escuela, el proyecto con los chavales, mecánicos… Nos gustó su filosofía y empezamos. Fue un año terrible con la carrera de Estoril en la que salió último y ganó. De ahí nos metimos en Moto2, Marc se iba a Honda y Emilio nos dijo de seguir. Y comenzamos con Oliveira, Rins, Álex Márquez. Ahí comenzamos la pirámide actual, estamos en MotoGP, Moto2 con Álex y Mir, Moto3 con Alonso y Canet, tres pilotos en el Mundial Junior y probablemente invitemos a Sergio García a hacer una carrera, en el European Talent… Y luego también estamos con Álex Barros porque nos interesa mucho Brasil.

—-¿Cómo vive todo lo que pasa con Marc y Rossi?

—Marc es una persona muy honesta y competitiva, como Estrella Galicia. Creo que sólo fue el ímpetu de alguien joven, nada más. Estoy seguro que no hay maldad ni quiso tirar a nadie, sólo quería pasar. Además, fue a pedir perdón. Si te equivocas y pides perdón, creo que ya está. Ojalá se quede en eso. Marc lo tiene olvidado y Rossi lo tiene que olvidar. Es un gran piloto y tiene que dedicarse a lo suyo, competir. El duelo que tienen, en lo deportivo, es fantástico.

—Rossi no para de avivar la polémica. ¿Cómo le afecta eso a un patrocinador?

—No nos gustan estas polémicas. Por eso deseo que pare ya. Es un simple error y las cosas hay que demostrarlas en la pista y olvidarse de ellas fuera.

—-Usted vive las motos. ¿Qué carrera se queda de todas las que presenció en directo?

—La carrera de Valencia del Mundial de Álex Márquez de Moto3, fue terrible. Estuve toda la noche anterior en la reunión para planificar la carrera con Alzamora. Fue casi una guerra de pilotos y escuderías. Fue un duelo entre Miller y Álex, con Rins por el medio… Entró tercero y fue campeón. Rompí a llorar, hacía tiempo que no me emocionaba tanto. Pero seguro que habrá más, por ejemplo en Fórmula 1.

—-Usted, además de promocionar a Carlos, tiene una relación muy especial con la familia Sainz…

—Histórica, diría. La fábrica de cerveza de La Grela, donde estamos, la construyó Antonio, el padre de Carlos y abuelo de Carlos Jr. La fábrica se terminó en 1972… Hace poco vinieron a A Coruña Antonio y Carlos padre e hijo. Fue un día muy bonito, ver a tres generaciones juntas. Es una familia de cracks.

—-¿Cómo empezó el patrocinio?

—El que animó fue Luis Moya, un coruñés muy conocido y amigo. Él me habló de Carlos Jr., que estaba en las World Series. Creo que Carlos fue atacado un poco por ser hijo de… Eso ocurre mucho y yo lo sé, que estoy en una empresa familiar de 112 años de vida y cada generación tiene que demostrar lo suyo. Pusimos nuestro granito esas World Series y también en que Carlos saltase a Toro Rosso. Ahora nos fuimos con él a Renault.

—-¿Cómo es el proyecto de Estrella Galicia respecto a la Fórmula 1?

—Algo diferente a las motos, es más complicado. No es tanto una estructura piramidal, pero tengo mucha fe en Carlos, ahí está Fernando volviendo a enseñar el morro. Carlos tiene 22 años y necesita tiempo. Si sueño con algo, es con ganar un campeonato de Fórmula 1 con él. Eso para Estrella como marca, habiendo apostado hace muchos años por Carlos, sería increíble. Tenemos una gran apuesta y mucho talento en Carlos. Creo que si lo gana volvería a llorar.

—-Satisface doblemente esa apuesta desde abajo y ver que luego triunfan…

—Es clave, es nuestra filosofía. Empezamos así y no se nos ocurre cambiar. En algún