AS (Las Palmas)

Marsella: seis grupos ultras aglutinan a 27.000 exaltados

“Marsella no es Francia”, grita una grada plagada de inmigrante­s magrebíes. “El OM es nuestro equipo nacional”, les gusta decir

- JAVIER HERNÁNDEZ

Marsella no es Francia. Somos marsellese­s, no franceses”, es el grito de guerra de la enfervorec­ida grada del estadio Vélodrome, donde casi la mitad de los asistentes tiene un carné de ultra: 27.000 sobre 67.000 localidade­s.

Divididos en seis grupos, los ultras gestionan con el club las entradas de las zonas que ocupan en el estadio. Ese beneficio les da para comprar locales (cada uno tiene su propia sede en un barrio distinto de la ciudad), adquieren autocares en los que se desplazan... Todos esos grupos están cosidos por un denominado­r común: la ideología antifascis­ta y antirracis­ta.

Un tercio de los habitantes de la ciudad (850.000) son musulmanes, por eso las gradas del Vélodrome están repletas de argelinos, tunecinos, marroquíes, armenios... más descendien­tes de italianos y corsos.

Marsella es hostil hasta para el francés. “Marsella ha sido siempre un peligro para reyes y presidente­s”, dice orgulloso Michel Tonini, líder de los Yankee Nord. Y razón no le falta, pues lo primero que hizo Luis XIV cuando tomó militarmen­te la ciudad fue girar los cañones que apuntaban al mar y ponerlos encañonand­o a los marsellese­s.

El germen ultra de Marsella nació el 31 de agosto de 1984 con la visita del Matra Racing de París (hoy en la quinta divi- sión). Este equipo tenía el gru- po ultra más antiguo de Fran- cia y su puesta en escena les impresionó.

En aquel momento, los seguidores más fanáticos del Marsella no estaban organizado­s como grupos, eran jóvenes que procedían de los barrios obreros y que solían coincidir en el fondo norte. La primera pancarta de Commando Ultra Curva Nord aparece en el fondo norte del Vélodrome en diciembre de ese año.

Con el tiempo, los jóvenes marsellese­s aprendiero­n a organizars­e mejor, pero siempre sin perder la esencia. Si hay un grito colectivo que más retumbe en el estado es el de “Aux armes, nous sommes les marselleis­es” (a las armas, somos los marsellese­s).

“El OM es nuestro equipo nacional”, recalca Tonini. Esa reivindica­ción constante les ha dado frutos, pues la mayoría de musulmanes que viven en

◗ Año de fundación: 1994 ◗ Afiliados: 3.000 Francia dicen sentirse del Marsella, aunque vivan en otras ciudades. En el Vélodrome es difícil ver una enseña tricolor, pero es repetidame­nte común ver banderas de naciones magrebíes.

El simbolismo del club ha seducido al mundo del cine y de la música. El grupo Mano Negra, liderado por Manu Chao, grabó en la curva sur el videoclip de la canción Santa Maradona, dándoles el grupo South Winners todas las facilidade­s para poder hacerlo.

La época dorada de lo ultras del Marsella llegó en los 90. La explosión simbólica que les marcó fue cuando los South Winners giraron sus cazadoras bombers mostrando el forro de color naranja: era un mensaje de oposición a quienes llevaban las bombers ‘derechas’, como los neonazis.

Entonces, Depé se convirtió en el hincha-héroe de la afición, querido y respetado hasta por el presidente Bernard Tapie. Cuando Depé murió con 28 años en un accidente de tráfico, los jugadores del Olympique le rindieron un homenaje haciendo un minuto de silencio quitándose la camiseta y mirando a la zona donde el líder ultra veía los partidos. Santos Mirasierra iba a ser su heredero, pero pasó lo del Calderón en 2008 y...

El Olympique no tiene otro club rival que le haga sombra en la ciudad. Puede que en Marsella el fútbol no le guste a todo el mundo, pero todo el mundo es del Olympique en Marsella.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain