¡Merci, Antoine! ¡Forza Atleti!

Griezmann se va o se queda?” La pregunta se repetía en la grada de los atléticos en el descanso. Los más enterados aseguraban que era muy difícil que se quedara. El Atlético ganaba 0-1, gol de Griezmann. “Pues nada, si se va, le agradeceremos que nos ha ayudado a ganar esta final. Hay que ser agradecidos”, aseguraba un atlético con la sonrisa de oreja a oreja. “Pues sí. Que nos dé la final y que le vaya bien. El Atleti y nosotros vamos a seguir. Yo estuve aquí en el 86 y he vuelto en 2018. Y el Atleti sigue” . Nada más volver del descanso, Griezmann puso el 0-2 en el marcador con un golazo de superclase. Los aficionados colchoneros se abrazaban emocionados, superando los miedos de la final de Lisboa y dejando atrás los traumas de la de Milán. “¡Griezmann quédate!”, pedía el primer aficionado de antes. ”¡Gracias Antoine!” insistía el que repetía final en Lyon, pero esta vez con victoria.

El Atlético ganaba 0-2, dos goles de Griezmann. El

Mono Burgos braceaba en el área dando indicaciones para ver si al fin entraba un gol en jugada de estrategia. Griezmann se vino al córner de los atléticos a botar un saque de esquina y todos corearon su nombre y su apellido. A esos atléticos les gustaría sentarse con Griezmann y pedirle por favor que se quedara, que en pocos sitios iba a ser más querido que en el Atleti. Entienden que se marche, pero saben que Antoine echará de menos al Atleti y a ellos. Con el partido finiquitado, las miradas iban hacia el Mono. “Haz un cambio, ¡saca a Torres ya!” Gabi celebró haciendo el arquero el 0-3. Y Torres salió por Griezmann. ¡Forza Atleti campeón!