El Sporting se convierte en la vergüenza de Portugal
Su presidente, acusado de instigar el ataque a los jugadores
EI ataque organizado contra jugadores y técnicos del Sporting de Lisboa mientras entrenaban se ha convertido en la vergüenza nacional. Las autoridades del país, por fin, han dicho basta. Ellas y los diarios y la opinión pública apuntan mayoritariamente al incendiario mayor del fútbol portugués, el presidente del club, Bruno de Carvalho.
“Ayer tuve el sentimiento de alguien que se sintió vejado por la imagen proyectada por Portugal en el mundo”, ha declarado el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. “Esta actuación colectiva no es una realidad aislada, tiene un contexto y el contexto lo conocemos bien. Los portugueses son buenos en hacer creer que no es grave lo que es grave, que es normal aquello que no es normal”.
Efectivamente, es muy grave porque no se trata de una reacción en caliente a la salida del estadio después de una derrota, es un ataque organizado, ocurrido además dentro de unas instalaciones a las que no es fácil llegar y que cuentan con un servicio de seguridad que en ningún momento actuó.
El presidente de la federación ya lo venía alertando. Acudió al Parlamento en marzo para pedir reformas legislativas, sin encontrar respuestas. Ahora sí, el primer ministro anuncia la creación de una autoridad Los episodos de violencia en la Ciudad Deportiva del Sporting de Lisboa terminaron con 23 ultras detenidos por agredir a varios jugadores y miembros del cuerpo técnico del equipo, además de cometer actos vandálicos en las instalaciones del club. La Fiscalía portuguesa acusa a los ultras detenidos de nueve delitos, entre ellos el de terrorismo.
nacional contra la violencia en el deporte. Ahora sí, el grupo parlamentario Bloco de Esquerda dice estar dispuesto a revisar las leyes para controlar a una liga se caracteriza por tener más denuncias judiciales que partidos. Ayer, la sede Sporting era registrada por la Policía para buscar pruebas por la compra de partidos de balonmano y de fútbol. André Geraldes, director deportivo del club y uno de los candidatos a ese puesto en el Sevilla, ha quedado detenido.
En este caos, los entrenamientos del primer equipo se han suspendido hasta el viernes, dos días antes de jugar la final de la Copa de Portugal contra el Aves. Los jugadores, mientras, preparan sus maletas para escapar de esta locura y de un presidente que ni les garantiza su seguridad cuando entrenan; que ha sido sancionado varias veces este año y que con sus palabras enfrenta a su afición con sus mismos jugadores y técnicos.
Corrupción La Policía registró la sede del club, investigado por amaños
DETUVIERON A 23 ULTRAS