Le Mans, último circuito donde Yamaha fue feliz: Maverick, Zarco y Valentino luchando por ganar

Tres pilotos Yamaha peleando por la victoria entre ellos. Ese dominio de la fábrica de Iwata parece un recuerdo de un pasado lejano, pero ocurrió en el GP de Francia 2017 cuando los dos pilotos oficiales, Maverick y Rossi, se jugaron la victoria en un intenso duelo que acabó con el transalpino en el suelo a falta de cuatro curvas. El gerundense ganó, el satélite Zarco quedó segundo y, aunque Yamaha perdió un triplete que tenía asegurado, la sensación que les quedó fue fantástica. Desde entonces, nada funciona en Yamaha como su potencial haría presagiar. Trece podios en 17 carreras, con la única victoria de Rossi en Assen, no es un resultado acorde con el potencial, tanto mecánico como de pilotos, que Yamaha debería conseguir. Honda, su alter ego en los últimos diez años, está ahora muy por encima, Ducati le ha superado e incluso Suzuki está cerca de echarle el lazo. Y sin perder de vista el avance de KTM. En Yamaha la preocupación ya no se oculta e incluso los pilotos, en especial El Doctor, lo dicen abiertamente. Pese a todo, el optimismo renace con la llegada al trazado francés. “Llego con mentalidad positiva. Tengo muy buenos recuerdos y espero repetir el éxito. Es una pista que se adapta a mi estilo de pilotaje”, afirma Maverick. Algo más cauto, pero también con ganas, llega Valentino: “Sobre el papel deberíamos ser rápidos en Le Mans. La Yamaha, por lo general, funciona bien allí”.