“Sí, mi futuro ya está decidido y no cambiará”
Jorge Lorenzo dio un portazo definitivo a Ducati, a pesar de la victoria en Mugello en uno de los días más felices de su carrera: “Haber ganado con esta marca es histórico”
—¿Qué se siente? —Mucha felicidad, ya que conseguir ganar en casa de Ducati era casi un sueño y al final se ha hecho realidad. Tenía mis dudas, no por el ritmo ni por las sensaciones que tenía sobre la moto, sino por los neumáticos, por el delantero. Ha sido genial estar primero desde el principio y pilotar pudiendo conservarlos. En esta ocasión creo que he cambiado mi estilo de pilotaje más que nunca en la carrera y eso ha dado sus frutos. —¿Qué sabe mejor, ganar un año y medio después o tapar tantas bocas como ha tapado? —Más que tapar bocas, que está bien, al final lo que a uno le llena es el poder de convicción, que es lo que al final funciona; tener la determinación y el poder mental de no venirse abajo ni desconfiar de tu potencial, de tus cualidades, cuando los resultados no salen durante tanto tiempo. Como ya pasó hace quince o dieciséis años, cuando estaba en 125cc y no había hecho ningún podio, pero estaba convencido de que iba a ganar con la Derbi cuando muy poca gente creía en eso. Sólo necesitaba que Ducati me diese algo más para encontrarme mejor, para reservar energía y pilotar como yo sé. —¿Perdió la confianza en algún momento durante este año y medio sin victorias? —Es imposible no tener pequeñas dudas cuando las cosas no salen como quieres. Yo seguía con mis convicciones y, sobre todo, seguía diciendo a mi gente, al equipo, a Dall’Igna: ‘Creed en mí, creed en mí y traedme lo que necesito’. Quizás es demasiado tarde ya que si hubiesen llegado unos meses antes quizás hubiese ganado antes una carrera. Pero el pasado no se puede cambiar. Ahora tenemos que intentar conseguir otra victoria con Ducati y disfrutar mucho de esta, ya que este es un momento histórico de mi carrera. Ya veremos qué sucede en Montmeló. —¿Suena a despedida del proyecto Ducati? —Sí. Mi futuro ya está decidido. Lo dije el jueves y este resultado no lo va a cambiar. Una parte de mí está triste, porque sé que con esta moto podía ser campeón del mundo y ganar con Ducati era algo especial. —¿No hay nada que hacer?
—No.
—¿Dall’Igna, Ciabatti y Tardozzi querían que se quedara? —Tengo esa impresión. —¿Entonces?
—No hay que decir mucho para saber eso, ¿no? Pero ya digo, no guardo ningún rencor —Domenicali dice que aún están hablando con usted... —Está acabado, es una simple cuestión de amor propio.
Despedida “Una parte de mí está triste, con esta moto podía ser campeón”
Domenicali “Esto ya está acabado, es una cuestión de amor propio”