AS (Las Palmas)

El VAR empuja a Francia

Decisivo por primera vez en la historia de un Mundial

- JUAN JIMÉNEZ

Clave El 2-1 de Pogba fue concedido gracias a la tecnología de gol

Según un informe de la Internatio­nal Board estudiado antes de dar luz verde a la implantaci­ón de la tecnología, el VAR sólo es decisivo en el 8% de los partidos. Eso significar­ía que sólo debería determinar los resultados de 5,12 de los 64 partidos que habrá en este Mundial. Sin embargo, tardó sólo cinco partidos en aparecer por primera vez en la historia del campeonato. Fue para darle un empujón a Francia que, cuando más espesa estaba (minuto 57), montó una contra en la que Pogba buscó a Griezmann al espacio. Risdon llegó al balón, que tropezó en El Principito. Luego, la pierna del lateral rebañó la del francés. Si fue por inercia o voluntaria­mente, es difícil de juzgar. Nadie de Francia protestó, pero desde el laboratori­o del VAR avisaron al uruguayo Andrés Cunha, que quiso revisar una jugada que quedará en los archivos, también ya digitales.

Hubo más. El ya histórico Francia-Australia también necesitó de la inestimabl­e ayuda de la tecnología de gol (esa sí que es una aportación certera e implacable) para certificar la validez del rebote del que se ayudó Pogba para hacer el 2-1 cuando a los bleus se les veía algo más que asfixiados: impotentes. Por el camino, Australia había empatado con otro penalti, aunque en este no hizo falta ninguna ayuda de robots. A Umtiti se le fue la cabeza y metió la mano en un balón cruzado sobre el área de Francia en una jaimitada importante.

El partido no vivió sólo de polémicas arbitrales. Deschamps decidió sustituir a Griezmann por Giroud en el minuto 70 en un episodio que sorprendió y no dejó especialme­nte feliz al jugador (que abandonó las instalacio­nes del Kazán Arena al grito de “Aúpa Atleti”...).

A Deschamps, cuyo equipo no respondió en el debut a las expectativ­as generadas, el afortunado gol de Pogba le salvó de estar en las portadas en el primer día de Mundial. Francia sufrió de verdad para ganar. Tuvo unos primeros minutos decentes, en los que pareció en disposició­n de activar su botón azul en cualquier momento por la exuberanci­a de Dembélé y Mbappé y la calidad de Griezmann. Pero perdió entusiasmo pronto. E hilo en su juego. De hecho, Lloris le salvó en un remate contra su portería de Tolisso. Australia, intensa y dura, compitió con fiereza y fue un dignísimo rival bien puesto por la experienci­a de Van Marwijk. Aunque suene hiperbólic­o, siempre podrá decir que sólo le pudo derrotar el VAR.

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LAS AFICIONES. Los seguidores de Francia y Australia se lo pasaron a lo grande en las gradas del estadio de Kazán, donde hizo mucho calor.
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