El Egiba conquista la primera Liga de clubes
Organizó la fase final aportando novedades que crearán escuela
EI Egiba de Manresa ya tiene un hueco sobresaliente en la historia de la gimnasia artística femenina española al ganar la semana pasada la primera Liga nacional por equipos, un viejo proyecto mascado en los años ochenta y puesto en marcha el último otoño gracias a la aportación de Iberdrola. Es decir, casi tres decenios después.
Además, fue una victoria sorprendente porque no era el equipo favorito, pero en la última prueba, en la competición definitiva reservada a los cuatro mejores tras las cuatro pruebas del torneo, se impuso al Xelska de Baleares, al Hospitalet y al Salt, con gimnastas más contrastadas.
La cita de Manresa, en el Nou Congost, la pista tradicional del baloncesto, prácticamente llena (el club organizador parte con la ventaja de una base de 700 gimnastas que le permite asegurar una presencia masiva de aficionados), fue la última de la temporada, con tres divisiones y ocho equipos en cada una de ellas. En Salt (Gerona) se decidieron los niveles, y luego se fueron colocando en Gijón y en Palma de Mallorca.
En esta última prueba manresana, con el extra de la competición final reservada a los cuatro mejores, el Egiba (un quinto, un cuarto y dos terceros puestos) dio la sorpresa utilizando a seis gimnastas, todas bien colocadas en la clasificación general.
El Salt, cuarto, ganó la general individual de la mano de la internacional Nora Fernández, una de las mejores gimnastas nacionales, que trabaja de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio (49,999 puntos). Tras ella, Alba Asencio (del Hospitalet, que compite esta semana en Bakú con España para clasificarse para los Juegos Olímpicos de la Juventud), y Cintia Rodríguez (Xelska), una gimnasta internacional que ya ha participado en Mundiales.
El Egiba planteó una competición pletórica: ganó tres de los cuatro aparatos (salvo la barra de equilibrios, que fue para el Xelska balear de Pedro Mir) y metió a Andrea Carmona (cuarta), a Lorena Medina (quinta) y a Mar Palliso (séptima) entre las ocho mejores. Tisha Volleman y las hermanas Carla Font y Laia Font (once años) completaron el equipo que sumó 193,70 puntos, con más de uno de margen con el Xelska (192,234), y con ya más distancia sobre el Hospitalet (187,699) y el Salt (159,00).
El espectáculo. Xavi Casimiro, entrenador del Egiba, asume la sorpresa: “Entramos en la final como el tercero de la Liga, pero en esa última competición de los cuatro mejores
todos partíamos de cero, y ahí fuimos los mejores porque las chicas compitieron muy bien”.
De lo que más se congratula Casimiro es de la posibilidad que le daba esta Liga Iberdrola para innovar: “Apostamos por un modelo diferente, por evitarle al espectador los tiempos más lentos. Jugamos con las luces y, aunque mantuvimos en todo momento el mimo a las gimnastas, intentamos ofrecer espectáculo con música y vídeos en los momentos muertos. Fue una apuesta muy a la americana”.
El resultado le ha salido bien, y ha generado un modelo a copiar para el futuro. Por ejemplo, Silvia García, entrenadora del Club Pozuelo de Madrid en la Segunda División, mostraba su satisfacción por “cómo se desarrolló la final de la Liga Iberdrola, y por la forma de organización del Egiba”.
Casimiro admite que la Liga Iberdrola les ha dado la posibilidad “de copiar lo que se hace en otros países y adaptarlo a la mentalidad española”.
Gracias a la Liga Iberdrola esta competición nacional ha sido la primera en la que los tres mejores equipos han recibido premios económicos: seis mil euros repartidos en tres cheques de 3.000, 2.000 y 1.000. “Nosotros vamos a invertir el dinero del premio en hacer cosas que normalmente no podemos, como ir a una competición extranjera todo el equipo, que normalmente no vamos por lo que cuesta, o hacer una buena pretemporada en algún sitio todos juntos”, asegura el entrenador del equipo manresano.