Abidal: “Mi primo Gerard me donó su hígado”
El Confidencial informó de una supuesta “compra ilegal”
EI Confidencial publicó ayer a primera hora una información en la que sacaba a la luz cuatro conversaciones telefónicas interceptadas por la Guardia Civil y la Policía en las que Sandro Rosell, ex presidente del Barcelona, habla con uno o varios interlocutores (uno es identificado por su número de móvil y otro como Juanjo) sobre una supuesta “compra ilegal” del hígado que se le trasplantó a Eric Abidal, actual secretario técnico del club azulgrana, el 10 de abril de 2012. En las conversaciones también aparece la figura del actual presidente, Josep Maria Bartomeu. Este es un extracto de las frases del interlocutor de Rosell: “Barto se cabrea como una mona (...) Y me dice ‘hijo de puta, cabrón, ¡Juanjo! (...). Es que va contra nosotros. A este tío la compramos un hígado ilegal. (...) Y vendimos que era del primo, ¡que era del primo! Le pagamos dos años de contrato, lo que le quedaba”.
Eric Abidal emitió un comunicado: “Mi primo Gerard donó su hígado para salvar mi vida y le estoy profundamente agradecido. Se siguieron los procedimientos y protocolos existentes en todo momento y toda la documentación médica que así lo demuestra está disponible”.
El periodista Jordi Martí de la SER informó de que la jueza Lamela se encontró con las escuchas en el curso de la investigación de la trama por la que Rosell fue encarcelado. Dichas grabaciones fueron enviadas al Juzgado número 18 de Barcelona, que el 18 de mayo archivó la investigación. El Hospital Clínic, donde se llevó a cabo la intervención, explicó a través de La Vanguardia, que se cumplió el protocolo y se siguió la ley “a rajatabla”. Además, aclaró que para llevar a cabo una intervención de las características de la de Abidal previamente es necesario superar tres fases: un control del equipo médico que opera, una comprobación de la familiaridad entre el donante vivo y el enfermo y, finalmente, el visto bueno de un Comité de Ética del hospital y un juez.
Archivado Se abrió investigación y el Juzgado 18 de Barcelona cerró el caso