La Sub-20 gana el oro por séptima vez en ocho años
España logra su cuarto Europeo femenino seguido Iris Junio, MVP
La tiranía española en la Sub-20 femenina no tiene fin. Tras abrasar a Serbia, la Selección se colgó el octavo oro de su historia en la categoría. El cuarto seguido, el séptimo en los últimos ocho campeonatos. Y todo ello con un balance impresionante desde la derrota en 2014 frente a Francia: 29 victorias en 30 partidos. Solo Portugal sabe lo que es ganar a España en estos cuatro años. Un currículum brillante guiado en esta ocasión por Miguel Méndez, que hace 85 días levantaba la Euroliga femenina con el Ekaterimburgo en este mismo Novomatic Arena de Sopron (Hungría), donde las Ayuso, Junio, Ginzo y compañía han escrito otra página dorada más en la historia del baloncesto de nuestro país.
La Selección salió como un león de caza durante la primera mitad. Alejada de los nervios que la atenazaron ante Francia y Holanda, esta vez no jugó con su presa. Saltó a la yugular hasta que la dejó sin vida: 36-11 al descanso. Maniatada Raca (solo tres puntos en veinte minutos), las balcánicas se secaron. A 4:46 para finalizar el primer cuarto anotaron su última canasta en juego y no repitieron hasta el minuto 22. 17 minutos de sequía y un 3 de 33 en tiros de campo hasta que acertaron de nuevo. Y las diferencias avanzaron en todos los frentes: 30 a 16 en el rebote y un devastador 51 a -4 en valoración.
Mientras todo eso pasaba en defensa, Pendande se imponía en la zona rival con ocho de los primeros nueve puntos de España y Junio desbordaba con velocidad y clase. La futura alero de Arizona, MVP del torneo, llegó a los once de sus 21 tantos totales antes del descanso. Todo fluía. La Selección no desaprovechó ninguna transición ni los desajustes serbios por el movimiento eterno de balón. El baile fue perfecto.
La Selección solo tuvo un pequeño susto antes de colgarse el oro a la vuelta del descanso. El parcial 3-7 balcánico fue reprimido con contundencia por ocho puntos consecutivos de Ginzo. La pívot del Al Qázeres, capitana de esta Sub-20, es la única superviviente de las reinas del año pasado. El hilo que une la tremenda generación de las Araújo, Conde y Salvadores con esta, igualmente impresionante, que ha tiranizado Europa una vez más y se ha vestido de oro. ¡Y le queda tan bien!