AS (Las Palmas)

La última de montaña

Hoy, gran etapa en los Pirineos Ayer ganó Démare Nairo se cayó

- JUAN GUTIÉRREZ LA CRÓNICA

Geraint Thomas siempre había fallado algún día en las grandes vueltas. O se había caído. Por eso nunca ha estado en los podios. En este Tour no ha tenido todavía ninguna etapa aciaga, ni ha acumulado perdidas por accidentes o averías. De todos los gallos de la general es el único que se conserva impoluto. Su forma es excelente, además, porque el Sky le había preparado como alternativ­a a Chris Froome, por si el africano no podía participar por su positivo. En junio ya dominó el Dauphiné. Y en este Tour se mantiene sólido, con dos triunfos en los Alpes ya dentro del zurrón, con el equipo a su servicio y con Froome distanciad­o.

Nada apunta a que Thomas pueda perder este Tour. Pero… ¿Y si ese mal día, ese accidente o esa avería le esperan en el tremendo recorrido pirenaico de hoy? Esto es ciclismo. El Tour. Que nadie lo olvide. En esa 19ª etapa se subirán tres clásicos: el Aspin, el Tourmalet y el Aubisque. También se bajarán. El último descenso enfila a la meta. Unos están en disposició­n de asumir más riesgos que otros en ese tramo que podría resultar decisivo. O no.

Los cuatro primeros clasificad­os de la general son reputados contrarrel­ojistas, pero quizá Tom Dumoulin se encuentra un punto por encima. Si el holandés es capaz de pegarle un mordisco a la ventaja de Thomas, todavía tiene una opción de ganar el Tour en la crono de mañana. Lo mismo sirve para Primoz Roglic, aunque está más lejos. O incluso para el propio Froome, aunque suponemos que andará más pendiente de escoltar a su compañero que de aprovechar­se de otras circunstan­cias de carrera para hincarle el diente.

Fuga, caídas y sprint. En estas cosas irían pensando los candidatos al Tour durante la etapa de ayer, condenada al sprint a pesar del empuje de cinco corredores: Mathew Hayman, Luke Durbridge (ambos del Mitchelton), Niki Terpstra (Quick Step), Thomas Boudat (Direct Energie) y Guillaume Van Keirsbulck (Wanty). Clásicoman­os y pistards unidos por una aventura sin futuro. El pelotón mantuvo al quinteto siempre bajo control.

Peter Sagan aprovechab­a la jornada para recuperars­e de los dolores producidos por esa dura caída en Val Louron, una vez que el examen radiológic­o había descartado fracturas en su cuerpo. El sexto maillot verde en París bien vale un último esfuerzo, aunque sea herido. Mientras que Nairo Quintana, vencedor en esa etapa, pudo disfrutar poco del ‘día después’ porque se vio implicado en una montonera que también tumbó a Adam Yates. En el momento menos pensado puedes rodar por los suelos. El Tour.

Con Sagan magullado y con los principale­s velocistas ya fuera de carrera, el Groupama volvió a apostar por Arnaud Démare. Y esta vez no falló. Se impuso a Laporte, el nuevo sprinter francés que ha desplazado a Bouhanni en el Cofidis, y al veterano Kristoff. Démare obtuvo así la recompensa a su desempeño para superar los grandes puertos de los Pirineos. Hay algunos, con Greipel al frente, que difundiero­n la sospecha de que tuvo ayuda de los coches, como ya se sospechó también tras su victoria en la Milán-San Remo 2016. El VAR no se ha pronunciad­o al respecto. Y Greipel ha pedido disculpas. Caso cerrado.

 ??  ?? TRIUNFO FRANCÉS. Arnaud Démare celebra la victoria con alegría en la meta de Pau. Algunos compañeros le acusaron de haberse remolcado en los Pirineos.
TRIUNFO FRANCÉS. Arnaud Démare celebra la victoria con alegría en la meta de Pau. Algunos compañeros le acusaron de haberse remolcado en los Pirineos.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain